Vuelve el béisbol de la Grandes Ligas, y el drama externo se traslada internamente de forma inmediata, con amenazas de Kenley Jensen de Dodgers hacia los Astros y de la MLB a la liga entera en caso de que se siga pronunciando el coronavirus

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Todos tenemos cola que nos pisen. Especialmente cuando fallamos en el momento de la verdad.

Como Kenley Jansen. Serpentinero Angelino que ha fallado cuando más se esperaba de él y que siendo honestos, en su favor, no deja de tener la razón al decir que no le lanzará a los Astros de Houston en este 2020 cuando finalmente vuelva la MLB a finales del mes de julio.

Algo con lo que estoy de acuerdo. Sí a pesar de fallar en los momentos claves con los Dodgers, pues honestamente, ponerlo frente a un bateador de los otrora campeones de Grandes Ligas, sería un atentado.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque aunque no lo haya dicho directamente, yo también les lanzaría a “matar”. Es en serio. Pero no ‘literal’.

Y es que no puede haber una sola onza o centésima de respeto corriendo por las venas de ningún pelotero dentro de las Grandes Ligas hacia o por y para cualquier elemento de los Houston Astros. No cuando se trata de enfrentarse a los bateadores de un equipo deshonesto, sinónimo de mentira y vergüenza alrededor de la MLB.

Y es que Kenley Jansen, cerrador de los Dodgers de Los Ángeles, fue firme al decir que, "No les lanzará nada a los Astros de Houston”. Esto debido a que, Jansen aún se siente ofendido por el título que ganaron los Astros a los Dodgers en la Serie Mundial del 2017, cuando el equipo tejano incurrió en robo de señales.

Debido al retraso del inicio del campeonato por la pandemia del coronavirus, y con una temporada con un formato de sólo 60 juegos, dentro su ‘schedule’, los Astros y los Dodgers deberán enfrentarse dentro de su ‘grupo o división’. Algo que significa que Jansen los tendrá demasiado cerca, sino es que de frente.

Anteriormente, los Dodgers y los Astros no estaban programados para enfrentarse en juegos interligas de este año, pero el cambio de calendario hará que se enfrenten en su división y en la división geográficamente correspondiente de la otra liga para reducir los viajes y evitar el riesgo del coronavirus.

‘40 y 20’

Además de jugar 40 juegos contra equipos de la División Oeste de la Liga Nacional, los Dodgers jugarán 20 juegos contra la División Oeste de la Liga Americana, en donde se encuentran los Astros y los rivales de patio, los Angels de Los Ángeles, aún sean realmente del Condado de Orange.

Y es que Kenley fue certero. Calculador y frío al insistir en lo que para este servidor, es lo correcto.

A tal grado que, durante una entrevista en "The Sedano Show", en Los Ángeles, juró que "No va a enfrentarlos, ni mucho menos encararlos". Dijo que siente que los Dodgers fueron engañados en 2017 y que deberían ser considerados los verdaderos campeones de ese año.

Algo con lo que no coincido, desde ningún punto de vista, pues en todo caso, preferiría un asterisco a la par de ese título, que ganarlo en la ‘mesa’ bajo una protesta o regalo. No pediría ser campeón, mañana ni mucho menos después.

“Siento que somos los verdaderos campeones de 2017. Deberíamos ser nosotros, nos engañaron. Pero si vamos a jugar contra los Astros este año, insisto en que no voy a lanzarles nada. Eso no es agradable. No deseo que nadie repita lo que ellos hicieron", continuó el lanzador Angelino.

NON GRATOS

Y es que la presencia de los Astros no solamente será incómoda, sino además non grata. En todo diamante que pisen, ya que los mentirosos no cambian, simplemente descansan y ellos ya tuvieron más de 90 días para hacerlo sin actividad.

De hecho, llegarán con un descanso de casi 120 días más lo que les regaló ‘su offseason”, solo para realizar que, el sentir es el mismo: “Nadie, absolutamente nadie los quiere ver”.

Y tienen suerte, pues con el distanciamiento social y las secuelas del coronavirus, se salvarán de una lluvia de misiles de aluminio provenientes de la grada, llenos de ‘levadura’, agua riñones, y mucho rencor por sus pecados capitales.

Sí, los violaron y los abusaron todos: lujuria, ira, soberbia, envidia, avaricia, pereza y la gula. ¡Todos!

Piénselo, no es necesario entrar en detalle. Se pasaron todos los pecados capitales por ‘el arco del triunfo’ por lo que no merecen respeto alguno.

Como la gente de la MLB (en todo rubro), que por fin dio su brazo a torcer y nos ‘honró’ con 60 partidos de temporada más los de Playoffs. Algo que sirvió únicamente para darnos cuenta de lo podrido que está el béisbol de Grandes Ligas, tanto por dentro, como por fuera.

‘TRES CONDICIONES’

En cuanto a la temporada se refiere y se relaciona con el Covid-19 o coronavirus, marcharía ‘normalmente’ a menos que se vea afectada, rota o en peligro de una, dos o de las tres condiciones que interpuso la MLB para llevar a cabo una cancelación de la temporada.

La número uno consiste en la habilidad de poder viajar sin impedimento alguno. Si se imponen restricciones a los viajes por todo el país, el beisbol se debe cesar.

Segundo, si la temporada plantea "un riesgo irrazonable para la salud y la seguridad de los jugadores o el personal para organizar esos juegos", el béisbol se debe frenar.

Y tercero y último, si la integridad competitiva de la temporada se ve comprometida por el número de jugadores disponibles, en caso de infección masiva por el coronavirus, todo se congela de inmediato.

En todo esto, por supuesto, se puede (y se debe) argumentar que la temporada plantea un "riesgo irrazonable para la salud y la seguridad de los jugadores o el personal" en la actualidad, pero que MLB parece inclinada a continuar independientemente de los posibles riesgos de salud a corto y largo plazo que asuman los jugadores, entrenadores, trabajadores esenciales y las familias de todos los demás involucrados.

En cuanto al tercer punto, no hay un número determinado de pruebas positivas que puedan desencadenar la cancelación de la temporada. Pero hay más, extraoficialmente averiguamos que, el equipo que se vea obligado a cancelar los juegos debido a un brote "no significaría —automáticamente— el final de su temporada en sí."

Si ese es el caso, entonces la respuesta a "¿qué le tomaría a MLB desechar su temporada?" parece ser tan decepcionantemente sombría como predecible.

Aún hay mucha tela que cortar.

Los dejo. Hasta la próxima.

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