Poco a poco, los mejores jugadores de Latinoamérica y España inician a copar puestos clave dentro de la NBA mediante una ruta inusual, que se canaliza por intermedio del ‘Viejo Continente’; su EuroLiga y todas aquellas afiliadas a la poderosísima FIBA

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Cuenta la leyenda que, todo comienza cuando dos fuerzas, fenómenos, entes, eventos, casualidades, fuerzas mayores u acontecimientos que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose.

Sí, justo en el instante menos esperado, pero en el momento indicado. Como se ha dado en la actual NBA.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque era de esperarse. Era una cuestión de tiempo. Era algo que se tenía que dar, pues ya lo habíamos visto suceder dentro de la NHL, la MLS, las Grandes Ligas de Béisbol y dentro de la WNBA.

Sí, todas ligas que, con el correr del tiempo se han abastecido del mejor talento de otros países y realidades y no necesariamente de sus semilleros en la NCAA. ¿La nueva ruta hacia la NBA? El fenómeno llamado Euroliga, que apoyada por la FIBA —y ligas asociadas— ahora funge como contribuidor mayorista del mejor ente de baloncesto a escala global.

Y es que, irónica y extrañamente, los jugadores foráneos, en este caso, provenientes de equipos sudamericanos y europeos son cada vez de mayor valor para las franquicias de la NBA y la globalización de la liga parece más real que nunca.

Talentosos con la naranja que— sumándose a la ya larga lista de europeos en la NBA, este verano más jugadores de la Euroliga, EuroCup y Basketball Champions League —han encontrado su lugar en el extranjero o, más concretamente, en Estados Unidos.

Fenómeno que insistimos, ya se da en la NHL, con producto ruso, sueco y finlandés entre otros, la MLS, la WNBA y la MLB, que toma lo que quiere de las Ligas del Caribe, para que sean estos ‘foráneos’ los que brillen por encima de su ‘sistema farm’ dentro de la ‘Gran carpa’.

Unos legítimos salta charcos, y asalta cuentas —bancarias, en el mejor sentido del término—, que han venido a darle la tan justa globalización a un deporte y una liga que por costumbre, solía ser dominada por talento anglosajón.

UNA LIGA INTERNACIONAL

Vea y es que a lo largo de sus más de 70 años de historia, la NBA ha tenido representantes de 79 países distintos además de Estados Unidos. Un número mucho más elevado, por ejemplo, que las menos de 60 naciones que han participado de la Copa del Mundo de básquetbol de FIBA que se disputa desde 1950.

La NBA en efecto, es una liga cada vez más internacional. Era una rareza ver foráneos en las primeras décadas de la historia de la liga, pero a lo largo de sus más de 70 años ya ha habido representantes de unos 80 países, si incluimos a Estados Unidos.

Dentro de ese número, hay unos 19 países que apenas han tenido un solo jugador alzando su bandera en la NBA. Como también lo hay algunas naciones con una cierta tradición interna y prestigio continental.

A muestra de un botón, Nigeria y Senegal que acostumbran a tener representación o que, por ejemplo, tuvo dos All-Stars de Camerún en su último All-Star Game, con Joel Embiid y Pascal Siakam.

Fenómeno que puede ser rastreado tan lejos como los años setenta cuando lucieron jugadores de la talla de Hasheem Thabeet de Tarzania hasta el arribo de Facundo Campazzo, argentino del Real Madrid de la liga española, que jugará la próxima temporada en la NBA al llegar a un acuerdo con los Denver Nuggets. Este llega junto Leandro Bolmaro del FC Barcelona Basket que se estaría uniendo a la disciplina de los Minnesota Timberwolves en 2021.

¿Quieren más? Está como ejemplo la reanudación de la recién concluida temporada de la NBA —en la cual se coronó campeón Lakers de Los Ángeles —que se desarrolló en el complejo de Disney en Orlando, y que incluía 89 jugadores internacionales de 34 diferentes países.

De hecho, los 22 equipos de aquella ‘burbuja’ contaron con al menos un jugador internacional, siendo los Mavericks el mayor aportador con siete jugadores internacionales, incluido el heredero de Kobe Bryant, Luka Doncic de los Mavs.

MÁS QUE UN PUÑADO

Los países con más representados fuera de los Estados Unidos fueron Canadá (15 jugadores) y Francia (siete jugadores), seguidos de Australia, Alemania y Serbia (cinco jugadores cada uno). Algo que se repetirá para la temporada 2020-2021, que arrancó hace unos días atrás con su Draft oficial.

Uno en el cual Timberwolves de Minnesota sorprendieron —al mundo entero— con la selección del escolta Anthony Edwards como el número uno del sorteo universitario, que por primera vez en su historia se tuvo que celebrar de forma virtual, debido a la pandemia del coronavirus.

Aunque no era el favorito a ser el número uno, las circunstancias hicieron que su elección fuese la más válida para los Timberwolves, que intentaron vender, sin éxito, sus derechos de elección. Los Warriors de Golden State sí cumplieron con los pronósticos tras decidirse por otro joven de 19 años, el pívot James Wiseman, mientras LaMelo Ball, de 19 años, a quien los “expertos” le daban favorito a ser el número uno, se tuvo que conformar con ser tercero después que los Hornets de Charlotte se decidiesen por él.

Junto a Edwards, Wiseman y Ball, los grandes protagonistas del sorteo fueron los ocho jugadores extranjeros seleccionados. Entre ellos el argentino Leandro Bolmaro, que subrayamos, milita en el Club Barcelona, y que también formó parte de los cuatro elegidos en la primera ronda.

CLONES DE LUKA

El fenómeno del escolta esloveno Luka Doncic, relegado a la tercera selección durante el sorteo del 2018, cambió por completo la perspectiva de los seguidores de talentos de los equipos de la NBA en Europa.

El base estadounidense francés Killian Hayes de 19 años, fue el que estuvo a la cabeza de la camada foránea, seleccionado número siete por los Pistons de Detroit, y proyectado para ser clave en la reconstrucción del equipo. Lo mismo le sucedió al alero israelí Deni Avdija, de 19 años, al que los Wizards de Washington eligieron con el número nueve, y confían pueda convertirse en un futuro líder dentro del equipo.

Y es que, para los que no estaban al tanto, Doncic en efecto, les abrió el camino —a muchos— para que el talento que poseía fuese reconocido en su verdadera dimensión, después de la evolución que tuvo en el Real Madrid.

Pero equipos como los Suns de Phoenix y los Kings de Sacramento no lo vieron igual y su falta de confianza les ha costado seguir siendo equipos perdedores. Mientras que, los Mavericks de Dallas, que sí confiaron en Doncic, ya tienen a toda una nueva estrella de la NBA batiendo marcas.


Otro de los jugadores extranjeros seleccionados en la primera ronda fue el pívot serbio Aleksej Pokusevski, al que los Timberwolves lo eligieron con el número 17. También compraron los derechos de Bolmaro, seleccionado con el número 23 por los Knicks de Nueva York, y quien a sus 20 años se convirtió en el segundo argentino que sale elegido en la primera ronda de un sorteo universitario de la NBA.

Ahora Bolmaro, si al final los Timberwolves compran su cláusula de salida del Barcelona, se encontrará en Minnesota con otro compatriota y exjugador de la NBA, el base Pablo Prigioni, que ejerce de entrenador asistente con la franquicia.

Los otros cuatro jugadores extranjeros seleccionados en la segunda ronda del sorteo fueron el base francés Theo Maledon, elegido por los Sixers de Filadelfia con el número 34. Los Wizards volvieron a confiar en un jugador checo, esta vez en el alero Vit Krejci, de 20 años, que milita en el Casademont Zaragoza, y al que lograron con el número 37.

Mientras que, los Bulls de Chicago se decidieron por el pívot serbio Marko Simonovic, con la selección número 44, y los Celtics de Boston utilizaron su número 47 para reclamar al base israelí Yam Madar.

A todo esto, vale la pena remarcar que, el deporte profesional es duro, exigente y muy frío. Todo depende del rendimiento, de cómo conseguir nuevos contratos y mantenerlos.

Otro “hándicap” es el margen de tiempo. Si en tu primer año no rendís, por lo menos dentro de la NBA, te podés ver comprometido en la siguiente, dependiendo de tu contrato, porque hay 100 jugadores como vos que están buscando un hueco en la mejor liga del mundo. Y esto ocurre todas las temporadas. De vértigo.

Esto, como bien sabemos, ocurre en todas las ligas del mundo. Pero en la NBA, se puede tener una estimación, más o menos fiable de la duración de experimentados y novatos en la competición. Porque, aunque cada vez juegan más jugadores, por la flexibilidad de los contratos, todo tiene un límite.

EL DRAFT...

Es por lo mismo que, cada año, muchos jugadores buscan una plaza en el Draft de la NBA, aunque luego existen otros contratos adicionales que pueden permitir debutar en la máxima división.

Para finalizar, vale la pena mencionar que, España es el país del mundo que más jugadores importa. Así lo volvió a mostrar la temporada 2019/2020 como lo reflejó el ‘International Basketball Migration Report’ de la FIBA.

Ni la pandemia logró parar la progresión que llevó al Baloncesto Español a liderar la clasificación mundial de foráneos con 745, principalmente provenientes de los Estados Unidos y Francia, los dos baloncestos que tuvieron un mayor flujo de transacciones con dicho país.

Todo en una temporada que, a nivel internacional, sólo la Basketball Champions League y la BCL Américas fueron capaces de terminar sus competiciones y coronar campeones (Burgos y Quimsa argentino) junto a los ‘gringos’.

Y mientras nos preparamos para la nueva pretemporada de la NBA y crece la emoción dentro de la Euroliga y todo lo que sucede en Francia y España, les recuerdo que, todos estos cambios, y buenas nuevas para algunos, eran una cuestión de tiempo.

Era algo que se tenía que dar, pues ya lo habíamos visto suceder dentro de la NHL, la MLS, las Grandes Ligas de Béisbol y dentro de la WNBA.

Los dejo. Hasta la próxima.

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