Lakers ya no son respetados como antes; Clippers, ni huelen ni hieden. Calibrados y tratados con la ‘mismas vara’, ambos encaran unos Playoffs llenos de incertidumbre ante el acoso de la prensa y la sombra de un nuevo fracaso; Se asoma la nueva guardia en la NBA

Por René Romano @reneromanosport @IamRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Cierto es que, si en condiciones normales se trata de habilidad, en contadas, en las situaciones más extremas, es el espíritu el que te salva.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque en condiciones opuestas no es la fuerza corporal la que importa, ni la mental, sino aquella que proviene del alma. La que se transforma en casta, huevos y pundonor.

Y esta es una adversa situación que actualmente encaran ambos quintetos Angelinos dentro de la NBA, luego de lo que fue una larga temporada regular, llena de obstáculos y lesiones, y que los tienen justo al mismo nivel de cualquier oponente sin favoritismo alguno dentro de los NBA Playoffs.

Un lugar desconocido —por lo menos— para Lakers, pero muy común para unos Clippers que a plena vista no han cambiado mucho a pesar de los pesares. Claro, salvo a algunas rotaciones y apellidos en el dorsal de sus camisetas a lo largo de los años, resultando en el mismo vaivén de siempre con ellos: mucha labia, poca acción y estéril ejecución.

Pero iremos por partes, iniciando con Lakers, a quienes ya nadie les teme. Incluso, a veces pareciera que ya nadie les respeta. Algo que, se suscita por la simple razón que, sus rivales ya no se siguen lamentando de lo que no tienen, ni mucho menos menospreciándolo, y a cambio, han logrado lenta, pero firmemente, su ecuanimidad de la conciencia, que es donde realmente comenzó su búsqueda sincera a inicios de la temporada actual.

A muestra de un botón, todos le juegan con todo lo que tienen a su alcance a Lakers, sin preocuparse de un solo jugador, y apretándolos a tal grado que, si en el arranque eran favoritos para repetir como monarcas de la NBA, hoy no son nada mas que un equipo del montón y una piedra en el camino.

MANIATADOS, ACOSADOS

Sí, aun con Drummond, Schröder, McLemore, Davis, Kyle Kuzma, THT y LeBron. Jugadores que han sido expuestos y maniatados. Y en el caso de Anthony Davis, hasta anulado en ciertos tramos, demostrando que hasta el más grande, estalla y sucumbe ante cualquier presión.

Algo de lo que no están exentos, pero si acostumbrados los Clippers, que con todo y su arsenal de estrellas encabezadas por Kawhi Leonard y Paul George, siguen y seguirán careciendo del ‘factor H’ que les dé ese empujón hacia la otra etapa dentro de los Playoffs.

Y es que contrario a Lakers, donde sobra la actitud, pero reina la inconsistencia y la fragilidad dentro de aquellos que siempre están propensos a lesión, lo de Clippers es por carencia de actitud.

Y claro, sabemos que al igual que los púrpura-oro, fueron víctimas de lesiones, pero no es una excusa para no poder marcar pautas en post temporada, donde se mide lo mejor de la liga, y por lógica, prevalece aquello que está en un nivel superior.

Algo que de manera evidente no solamente cruza por lo físico, sino además por lo mental, donde los Clippers no son más fuertes con el empuje de Paul George o Kawhi, sino hasta cierto grado más débiles, dependientes, y limitados a conformarse con el nivel de estos dos, que hay que decirlo, han venido de más a menos en los últimos años, mientras en Lakers, sigue reinando el empuje, ritmo, casta e ímpetu de LeBron James, que contagia, pero no obliga ni garantiza lo de los suyos.

NUEVA GUARDIA

Cierto, sus duplas son poderosas, pero en una era de Super equipos, de renovación y del arribo de una nueva guardia comandada por jugadores como Luka Doncic, Trae Young, Jayson Tatum, Lamelo Ball, Lonzo Ball, Jordan Clarkson, Devin Booker y Julius Randle, nada está garantizado, reservado o mucho menos ‘respetado o preparado’ para ellos, sus metas o sus consignas.

Razón por la cual hoy por hoy, todo lo de Lakers y Clippers recae sobre la esperanza, que no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte.

Y ya que estamos en el tema de la nueva guardia y la renovación de una liga muy necesitada de nuevos aires por las fechas de expiración de sus máximas estrellas en el horizonte, no podemos ignorar que, independientemente de la cantidad de talento que haya, ningún equipo de la NBA puede estar en ascenso para siempre. En términos generales, la dirección organizacional se siente más como una montaña rusa que como un lanzamiento de cohetes.

Ir hacia atrás tampoco es el fin del mundo. A veces, un paso atrás precede a dos pasos adelante. Por lo tanto, estar en esta lista no significa fatalidad, en gran parte debido a la volatilidad general de la liga, sino también porque es en gran medida un esfuerzo subjetivo.

Ya hay proyecciones para el futuro, y los pronósticos específicos basados en estadísticas para 2021-22 llegarán a Internet poco después de que termine la temporada. Pero predecir el futuro siempre implicará un elemento de conjetura. No importa cuántos números tenga que informar la toma, mirar hacia el futuro requiere un elemento de subjetividad.

Razón por la cual analizaremos algunos factores que podrían mover a ciertos equipos de grandes a muy buenos, de muy malos a terribles y un par de movimientos en el medio.

CAMBIO DE ESTAFETA

Iniciando con el Miami Heat cuyo Bam Adebayo está cerca de cumplir 24 años, por lo que todavía puede haber algo de desarrollo en el almacén para él. Tyler Herro podría recuperarse después de experimentar algo de una depresión de segundo año, a la vez que, Duncan Robinson y Kendrick Nunn (ambos agentes libres) también tienen margen de mejora.

Y con el norte de 220 millones en ‘tope salarial’ en camino, el Miami Heat podría potencialmente asegurar una diferencia en la agencia libre. Salvo una entrada sorpresa de Kawhi Leonard en el mercado, sin embargo, esta clase de Free agency podría no ofrecer a alguien que elevará a Miami otro nivel.

Luego, estás viendo otro año de desgaste en las piernas de Jimmy Butler, Goran Dragic entrando en su temporada de 35 años y Andre Iguodala subiendo a los 40. Razón por la cual, ‘correrla de nuevo’, está en juego. Y con equipos como los Philadelphia 76ers, Brooklyn Nets y Milwaukee Bucks aparentemente al comienzo de una carrera sólida, traer de vuelta gran parte del mismo roster probablemente llevaría a un porcentaje de victorias más bajo.

Sin embargo, contamos con Pat Riley a nuestro propio riesgo. Si una superestrella está disponible, ya sea en la agencia libre o en el mercado comercial, el legendario ejecutivo de Heat probablemente le dará a su equipo la oportunidad de aterrizarlo.

Y mientras estamos en la península, nos trasladaremos a Orlando, pues después de unos años pisando el agua en el purgatorio de la Conferencia Oriental, el Orlando Magic finalmente decidió tocar fondo esta temporada.

El 25 de marzo, intercambiaron a sus tres mejores jugadores, Nikola Vucevic, Evan Fournier y Aaron Gordon resignándose por un reemplazo que se posiciona como cuarto detrás estos tres jugadores.

Antes de esos movimientos, Orlando ganó el 34.1 por ciento de sus juegos. No es genial, pero tampoco es malo o el fin del mundo, especialmente en el Este. No obstante, tras ese movimiento, ese número se desplomó a 21.4.

Y si bien es probable que pueda esperar un desarrollo interno de jugadores jóvenes intrigantes como Wendell Carter Jr., Mohamed Bamba, Chuma Okeke, Markelle Fultz, Cole Anthony y R. J. Hampton, el porcentaje de victorias de 2021-22 probablemente se parecerá más al que the Magic publicó después de la fecha límite de intercambio.

Eso tampoco es necesariamente algo terrible. Agregar a alguien como Cade Cunningham o Evan Mobley a este núcleo, y luego obtener otro talento de la lotería en 2022 podría poner la Magia en camino hacia la contención a mediados de la década de 2020.

‘NUEVO AMANECER’

En la Costa del Oeste en tanto, no es algún tipo de odio o duda que se lance o se embarre sobre los Phoenix Suns. Encontraremos otro equipo en una circunstancia similar en un par de diapositivas. Esto es más sobre simplemente jugar los promedios.

Las temporadas con un porcentaje de victorias de más de 70 son raras. Si el candidato al MVP Chris Paul opta y se queda en Phoenix, estará en su temporada de 36 años en 2021-22. Mejorar la mejor campaña que la franquicia ha tenido en 14 años será difícil.

Incluso si Devin Booker, Mikal Bridges y Deandre Ayton mejoran, algunos malos saltos o rebotes aquí y allá podrían empujar al equipo más cerca de 50 victorias que 60 (jugaron a un ritmo de 58 victorias esta temporada).

Otro factor en contra es que, otra lesión en el CP3 (o su salida) sin duda podría tener un impacto negativo. Los Suns eran mejores de lo que la gente se da cuenta cuando Paul se sentó, y ya estaban en ascenso antes de la llegada de Paul, pero es difícil negar su influencia menos tangible e inconmensurable.

Su liderazgo y experiencia ahora han dado importantes saltos de porcentaje de victorias a diferentes franquicias en temporadas consecutivas.

Si se pierde un par de meses con una lesión persistente o termina en una ‘jersey’ de los New York Knicks, no es difícil ver a este equipo nivelándose un poco.

Es cuanto a los San Antonio Spurs se refiere, es razonable argumentar que la salida de algunos veteranos en realidad podría hacer que los San Antonio Spurs mejoraran. Después de todo, han estado mejor con DeMar DeRozan fuera que dentro.
Pero si nos fijamos en las alineaciones que excluyen a los tres veteranísimos que entrarán en la agencia libre este verano-DeRozan, Rudy Gay y Patty Mills-la imagen parece sombría.

Con los tres fuera de su duela, San Antonio fue menos-11.4 puntos por 100 posesiones (noveno en porcentaje). Esa es una circunstancia muy específica y el tamaño de la muestra no es enorme, pero es justo preguntarse qué tan efectivos serán los Espolones si los tres signos en otro lugar.

También es probable que esté bien apoyarse en un año o dos de pelea. San Antonio estuvo en o cerca de la cima de la liga durante tanto tiempo que podría ser más difícil para esa organización reconocer la necesidad de comenzar de nuevo. Sin embargo, es probable que hayan superado esa situación y/o sentir.

DESDE CERO

Es hora de construir desde cero. Es el momento idóneo de darle todos los minutos de desarrollo a jugadores jóvenes como Dejounte Murray, Derrick White, Jakob Poeltl y Keldon Johnson. Ver y analizar cuáles parecen partes más obvias del futuro, y ponerse a trabajar adquiriendo selecciones de draft y buscando más ‘gangas’ en el draft.

Toda la dinastía realmente cambió de marcha cuando los Spurs aterrizaron Tim Duncan con la selección No. 1 (después de una lesión de David Robinson que prácticamente obligó al equipo a ‘sucumbir’ o ‘tankear’). Razón por la cual no sería mala idea apostarle a la lotería una vez más.

Ya en cierre, y al igual que los Suns, el Utah Jazz puede estar en un declive basado puramente en el hecho de que temporadas como 2020-21 son tan inusuales.

Jugaron a un ritmo de 59 victorias, y su porcentaje de victorias fue superado solo por cuatro equipos de John Stockton y Karl Malone en la tabla de clasificación de la franquicia.

Replicar o mejorar eso no es imposible, pero tampoco es probable.

Mike Conley está listo para entrar en la agencia libre, y ha tratado con una lesión en el tendón de la corva durante dos temporadas. Bojan Bogdanovic ya experimentó un descenso desde el año pasado hasta ahora. Y aunque Joe Ingles acaba de tener un año excepcional, ahora también está en sus 30 años, mientras Donovan Mitchell crece un poco más, y la balanza se inclina más por los que han optado por renovar, reforzar y acentuar.

Los dejo. Hasta la próxima.

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