Bryce Harper, como Manny Machado y la nueva camada de ‘sobrevaluados’ del deporte, toma un cheque en ‘blanco’ de parte de Phillies y firma ‘sentencia de 13 años’ en el Este de la Nacional de la MLB

Por René Romano @reneromanosport @TheLAVox

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Firmara donde firmara, o se quedara con quien se quedara —al final de cuentas— era lo de menos en el caso de Bryce Harper.

Sí, con eso en mente se quemaron los últimos cartuchos y se vivieron los capítulos agónicos de su ‘novela’ previo a su ‘casi esperado desenlace’ y suicidio como pelotero profesional con los Phillies de Philadelphia de las Grandes Ligas, por un monto cercano a los 230 millones.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque lo único que realmente valía la pena esperar ver, era si ficharía ‘For the love of the game’ (por amor al juego), algo que se pensó brevemente cuando volteó a ver a Dodgers, o sí Bryce Harper lo haría por amor al dinero, siguiendo así los pasos de jugadores de talla Mundial como Manny Machado, Cristiano Ronaldo, LeBron James y Neymar entre tantos que, movieron ficha gracias a ofertas ridículas de dinero, y necesariamente con el deseo en mente de triunfar.


Por lo menos no de forma inmediata. Y tras confirmar de forma contundente que, Bryce Harper no es más que un pesetero, tras su compromiso de trece años —que más lee a sentencia de prisión—con los Phillies, lo único que queda es darle el pésame.

QEPD…

Sí, el pésame por una carrera muerta en un equipo sin muchas posibilidades de ganar algo significativo en los próximos cinco años.


Algo que sí pudo haber tenido, de haber optado por firmar con los San Francisco Giants, un equipo como los Yankees, los Cubs, los White Sox, o los Dodgers de L.A., que le ofrecían menos dinero y un contrato mucho más corto, pero con una garantía en la mesa: Pelear por un puesto dentro de los Playoffs

Algo que estamos más que seguros no conseguirá en Philadelphia, y que pudo haber conseguido —insistimos— con los antes mencionados. Algo que, no acariciará en esta década y por lo menos en la primera parte de la próxima, confirmando por enésima ocasión que, quien cambia felicidad por dinero, no podrá cambiar dinero por felicidad.

Y es que la lista es larga. Ejemplos sobran…


Empero, basta con repasar e insistir en los casos específicos de los antes mencionados… jugadores como Manny Machado, Cristiano Ronaldo, LeBron James y Neymar que, en San Diego, Turín, Hollywood y París, no podrán duplicar —ni ahora ni después— lo conseguido en Chávez Ravine por ejemplo, en Madrid, Catalunya o en Miami y/o Cleveland, en el caso de LeBron.

A POSTERGARLO TODO

Ahora, como ellos, Harper tendrá que poner en ‘hold’ — como mínimo y por unos cinco años— su carrera y descartar por completo el poder aspirar a poder ganar algo significativo dentro del béisbol, justo cuando todos pensaron ‘mostraba algo de sesos’, al posponer su firma, tras retomar las charlas con los “Boys in Blue’.


Pero ya es demasiado tarde y dado su traspaso y todo ya consumado, culmina uno de los culebrones más sonados en los últimos tiempos dentro del deporte profesional, justo meses después que LeBron James levantara cejas —de propios y extraños—al pasar de Cleveland a las filas de uno de los dos más ganadores en la historia de la NBA, en otro traspaso, que como recalcamos, nos demostró una vez más que, algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.
En cierre, nunca olvide que, el castigo más justo es aquel que uno mismo se impone.

Nuestro más sentido pésame, Bryce Harper.

Los dejo. Hasta la próxima.

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