Dodgers jugarán la postemporada sí o sí, pero sin garantía alguna de llegar a la Serie Mundial y sufriendo una vez más de los malestares que siempre les suelen traicionar. Clayton Kershaw y Cody Bellinger se apagan. Trout se prende

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Reza un viejo adagio que, no se puede olvidar a la reina, jugando a las damas...

Algo que aplica justito para un solo equipo dentro de las Grandes Ligas de Beisbol: Los Dodgers Los Ángeles.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque tras perder el miedo y conquistar sus pavores, horrores, sospechas, ansiedades y terrores, siempre suelen salir con el mismo resultado al final.

Uno que inicia conquistando y retando (a quien se les ponga enfrente) y que, continúa y concluye —tristemente para ellos y sus fans— con una euforia que siempre sale derrotada por la realidad.

Una realidad de no poder. De no tener lo suficiente. De fallar en alcanzar lo que no se puede tocar (por lo menos para ellos), pero se puede ver: el trofeo del comisionado. El que no saborean desde 1988 y que ya se ha vuelto algo casi intocable, y por lapsos, inmerecido por los de Chávez Ravine.

Y es que cuando es costumbre, que un equipo se caiga al final y no falle en cumplir esa expectativa, es casi imposible confiar en un desenlace distinto. ¿Me explico?

SÍNTOMAS COMUNES

Vea, ya son visibles los síntomas de siempre. Clayton Kershaw, que no ha mejorado su actuación durante la temporada de 2018 en este 2019 ya empieza a mostrar serias falencias. Como siempre.

Kenley Jensen retomó este septiembre como el pasado y los demás, ya se apuntaron y actualmente viven dentro de la misma zona penumbra de siempre. Como siempre.

Es una novela que suele, siempre, terminar bastante mal.

Algo que los hace correr el riesgo de quedar eliminados de los Playoffs de forma prematura, porque su bullpen es bastante malo, y ¿listos? Incluso eliminado por un equipo de WildCard…

Estos malestares incluso han mermado emocionalmente en Cody Bellinger, que en esta segunda etapa tras el All Star Game, no ha podido duplicar lo hecho en la primera en referencia a su producción personal.

EL FACTOR TROUT

Contrario a lo que viene haciendo Mike Trout en Anaheim, con los Angels, para quien, a pesar de los pesares, ha tenido una bárbara producción, liderada por números —sino similares— superiores a los de Bellinger que cuenta con más equipo.
Algo admirable, considerando que ni sueña con una postemporada de la cual su equipo ya ha sido eliminado.

Y lejos del MVP de L.A. Trout, le apunta al de la liga, a pesar de lo hecho por LeMahieu con los Yankees, y Christian Yelich, o Eugenio Suárez.

Para agregar, a ciencia cierta, el único que se le podría poner enfrente es Pete Alonso de los Mets, un novato con una temporada de ensueño que ha demostrado ser el ‘Rey de la pelota larga”.

ARGUMENTOS…

Empero, se puede hacer el argumento que a Mike Trout le ha tocado mucho más difícil, considerando las fojas de los equipos de ambos, por lo que a menos que suceda un milagro, o un accidente, el de Anaheim y de los 430 millones, debería ser no solo el MVP de la Liga, sino además el Rey de todo Los Ángeles, independientemente de cómo le vaya a Bellinger en los Playoffs.

En cierre, recuerde que, así es la vida. Toda la felicidad de la que se rodea uno, lo la barre como si nada de repente, por lo que no me extrañaría otro fallo monumental de Dodgers como se espera en los Playoffs.

Adicionalmente, si me preguntan, diría que no creo que las maldiciones existan. Pienso que solo existe la vida. Y eso basta. Por lo menos para mí.

No puedo decir lo mismo de los de Chávez Ravine.

Los dejo. Hasta la próxima.

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