Denuncias de abuso físico, mental y sexual siguen de moda dentro del deporte, no porque sean nuevas, sino por el temor de las víctimas en denunciarlas; Desde Penn State y el US Gymnastics Team al caso de la guatemalteca Valerie Gruest

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Bien dicho está que, permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque permitir algo injusto, y no merecido, es peor que cometer el mismo crimen y/o sufrirlo a manos de un tirano.

Razón por la cual no dejaremos pasar en alto el llanto interno de quienes sufren y han sufrido injusticias dentro del deporte, y que, deben ser escuchadas, tras dejar marcadas de por vida a deportistas de la talla de Simone Biles, Alyssa Baumann, McKayla Maroney y la guatemalteca Valiere Gruest entras tantas otras decenas, sino es que cientos de deportistas que han sido víctimas del abuso físico, mental y sexual a manos de pedófilos y monstruos que se aprovecharon de la nobleza e inocencia de un adolescente.

Cosas que evidentemente no salieron a luz en su debido momento, ya que caminaban de la mano de la vergüenza, la humillación y el trauma. Un enorme túmulo y obstáculo mental y emocional, para toda víctima de esta ‘tortura y tormento’.
Pero iremos por partes, tomando como ‘parteaguas’ el conocido escándalo de Jerry Sandusky en Penn State University. Uno que sobresalta entre lo más reciente y sonado, y que se destapó a inicio de 2010.

Sandusky, un convicto ahora encarcelado, fue arrestado y acusado de 52 cargos de abuso sexual de niños pequeños durante un período de 15 años de 1994 a 2009.

Este pedófilo conoció a sus víctimas de abuso sexual a través de ‘The Second Mile’; una organización benéfica sin fines de lucro en Pensilvania que apoya a personas desfavorecidas y a jóvenes en situación de riesgo. Varios de ellos luego testificaron contra Sandusky en su juicio de abuso sexual y el 22 de junio de 2012, Jerry fue declarado culpable de 45 de los 48 cargos de los que fue acusado.

Sandusky fue condenado el 9 de octubre de 2012, a 30 a 60 años de prisión y no se fue sin antes manchar a quien le diera toda su confianza y al final fuera cómplice de sus actos, el legendario entrenador Joe Paterno, junto a quien se desempeñó como entrenador asistente durante toda su carrera, sobre todo en la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State) desde 1969 a 1999.

Lo de Sandusky fue algo que sacudió por completo al mundo del deporte, y que creo, honestamente, tuvo mucho que ver en las confesiones de las gimnastas de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos, quienes confesaron ser víctimas de violación y pedofilia, por parte del hasta entonces, reputado médico Larry Nassar.

LE DIERON SU MERECIDO

Algo que no se quedó impune. Como lo de Sandusky, y que vio como Nassar, protagonista del nuevo documental de Netflix, 'Atleta A', fue castigado ya a por lo menos 170 años de prisión por varios cargos de conducta sexual criminal de primer grado durante su mandato en la Universidad Estatal de Michigan y la Federación de Gimnasia de Estados Unidos.

Gracias a los testimonios de las niñas y adolescentes, docenas de entrenadores han sido vetados del deporte y tres miembros de la junta de Gimnasia de Estados Unidos, que renunciaron como consecuencia del caso.

Es más, el caso no ha terminado, ya que más de 120 sobrevivientes del abuso de Nassar presentaron una carta pidiendo al Departamento de Justicia que publique el informe de su inspector general sobre el manejo del caso por parte del FBI con el fin de tener transparencia y evitar que algo así vuelva a pasar.

Como en el caso de Sandusky, y como muchas otras víctimas de abuso sexual, estas atletas fueron manipuladas y engañadas por un personero manipulador que sabía qué decir y qué hacer para no ser descubierto o detenido.

Maggie Nichols presentó la primera acusación en enero de 2018 en contra de Nassar y a partir de ahí grandes leyenda de la gimnasia olímpica, como Simone Biles, Gabby Douglas, McKayla Maroney, y Aly Raisman, revelaron que también habían sido víctimas de este monstruo a lo largo de sus carreras.

Algo que nos lleva al punto final y el caso más reciente. Uno que envuelve a la nadadora guatemalteca Valerie Gruest Slowing, que anunció oficialmente su retiro de la natación profesional a sus 21 años.

Con una carta exponiendo sus razones y compartida en redes sociales, la nadadora le dijo adiós a la disciplina deportiva donde destacó y llegó hasta los Juegos Olímpicos de Rio 2016.

Ante su retiro oficial, Gruest Slowing dijo, “Estar rompiendo el silencio y anunciando oficialmente su retiro de la natación competitiva. La natación que la desafió a siempre superar sus límites para convertirse en una mejor versión de sí misma y le dio el coraje de luchar por su libertad, incluso cuando las cosas se pusieron difíciles.”

"Mi realidad auténtica a lo largo de mi vida ha sido completamente diferente de lo que todos han podido ver, ya que soporté abuso psicológico, físico y sexual mientras crecía. No fue hasta hace tres años que puede separarme de mi abusadora para detener este ciclo y procesar estos eventos", menciona el mensaje difundido por Gruest Slowing, quién completó sus estudios en la Universidad de Northwestern en Estados Unidos.

A SUS 4 AÑITOS

Valerie tuvo su primera competencia internacional a los cuatro años y desde entonces se identificó con la natación. Una de sus destacadas actuaciones se dio en el Campeonato Centroamericano y de México (Camex) 2016, que se desarrolló en Panamá, conquistando 10 medallas de oro, dos preseas de plata, seis récords de campeonato y cinco récords nacionales. Además, fue la atleta más joven de la delegación guatemalteca en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

"Luché por mi salud mental. Llegué a mi punto de ruptura, tanto física como mentalmente, lo que me llevó a despedirme del deporte que me enseñó las mejores lecciones de vida", agregaba la carta mostrada por Gruest Slowing que no ha revelado el nombre de su ‘abusadora’ ni tampoco, si en efecto está ‘de alguna forma envuelta o allegada’ al Comité Olímpico de Guatemala o la Federación de Natación de aquel país.

Por si eso fuera poco, en Guatemala se habla poco y nada del caso. Y en lugar de llegar a ser la próxima Gisela Morales o Claudia Poll de Centroamérica, ahora sale por la puerta de atrás sin que nadie en lo absoluto le dé a su caso la importancia o la justicia que merece.

Natalie finalizó 29º en los 400 libres y 22º en los 800 libres en su debut olímpico. Ella se retira como titular del récord nacional de curso largo en los 200, 400, 800 y 1500 freestyles, así como los 100 fly, 200 fly, 200 IM y 400 IM. También es dueña del récord nacional con relés de estilo libre de 400 y 800 metros. En este último caso, su mejor marca personal en los 800 libres individualmente (8:39.80) es en realidad mejor que el récord nacional de Guatemala en el relevo (8:51.47).

Como estudiante de primer año en Northwestern University, la guatemalteca lideró el equipo en las carreras de 500, 1000 y 1650 yardas de estilo libre. Rompió el récord escolar en el estilo libre de 1650 y terminó noveno en el encuentro del Campeonato de la NCAA.

Mientras que Gruest Slowing nadó sus últimas carreras oficiales en el verano de 2017, y le dijo al periódico estudiantil Northwestern en 2020 que se había retirado en 2019, la nadadora dice que ahora finalmente se sintió facultada para anunciar su retiro para mostrar a otros que han pasado por abuso que es posible perseverar.

Gruest Slowing le comentó a esta redacción que no puede compartir la identidad de su abusador, siguiendo el consejo de su abogado, pero se enfrentó a su abusador durante un juicio en Guatemala después de salir del país para los Estados Unidos.

Durante un Northwestern Art Review Video Art Show a principios de este año, Gruest Slowing debutó su película "Behind the Smiles", que yuxtapone las diferencias entre las fotos de su éxito en la natación en el ojo público con ella narrando su experiencia de abuso físico y trauma.

En cierre, y mientras esperamos se haga justicia en el caso de Valerie, les recuerdo a todos que, una cualidad de la justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar si fuese una injusticia.

Los dejo. Hasta la próxima.

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