Demasiado complicado predecir si el famoso ‘Load management’ funcionará o no, pero de momento, Kawhi vive su mejor vida en Clippers; Cuidado con LeBron y sus Lakers, el #23 anda intratable en la NBA

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Es algo a lo cual han llamado ‘load management’ en la NBA, una falsa especie de alivio sobre recarga muscular o física.

Un consentimiento que solamente fomenta vagancia y que se presta para el pobre espectáculo y camina de la mano del descaro.

Algo que, deja a los atletas fuera de ciertos partidos, no siempre ante rivales débiles, y que hoy, tiene a todo el mundo del baloncesto de cabeza, pues los siguen privando del verdadero espectáculo. Por lo menos en un sector de la ciudad Angelina, que es donde más se practica este insulto al baloncesto.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque son arribistas. Conformistas. Holgazanes. Sobrados y encima ma… malaconsejados….

Y es que, ya no existen más los guerreros de antaño, salvo a algunos, como LeBron James, Giannis Antetokounmpo, Russell Westbrook, James Harden y Luka Dončić por ejemplo, hechos a la antigua, y que no se prestan para este ridículo circo y enorme muestra de arribismo, haraganería y holgazanería.

Ya no hay más Michael Jordans, Kobe Bryants o Kareem Abdul Jabbars, hombres de hierro que, con fiebres intensas, resfriados severos, dolores, calambres y sin liquido en el cuerpo luchaban por una canasta hasta en Finales de la NBA.


SE LA ROMPÍAN

Jugadores que hasta se rompían el culo y hasta un talón de Aquiles con tal de no dejar a los suyos tendidos y desahuciados en un entablado.

A cambio, ahora, tenemos a jugadores aburguesados, delicados, y consentidos como Kawhi Leonard —entre tantos y a quien veré de frente toda esta temporada en los pasillos del Staples Center—que, descansan cuando quieren y se ausentan con regularidad, decepcionando a los feligreses en ‘un sector de L.A.’, que compran sus boletos sin saber qué tipo de partido, pagaron por ver.

Un espectáculo no garantizado, que llega de la mano del mentado ‘load management’ y que solo demuestra que los tiempos han cambiado, porque las épocas de los valientes y los fieles, por no decir, cojonudos o huevudos, han quedado muy atrás y ya son cosa del pasado.

Algo que solamente se ve en casos muy raros, como los de LeBron James, por ejemplo, que se niega a prestarse para dicha desfachatez.

UN REY FRONTAL…

Y lo digo porque me lo ha dicho de frente. A decir de LeBron, “Si no estoy golpeado o lesionado, yo juego”.

Y es eso mismo lo que más se aprecia de LeBron, que dice las cosas de frente y no como la directiva o personeros de los Clippers, que se niegan a darnos más detalles sobre lo que realmente le sucede a Kawhi.

Algo que ya tiene preocupada a la afición de Clippers que empieza a cuestionar si realmente está a capacidad pues a decir del equipo, y los reporteros que les soban la espalda por tener acceso, es por el bendito, ‘load management’ —o una rodilla sobrecargada— que no juega y se ausenta cuando se le ronca la gana y gusto.

Algo por lo que ya fueron multados los Clippers, luego de tener historias y versiones contradictorias. Dejando en claro lo que ya se sabía previo a su arribo a Los Ángeles, que Kawhi Leonard no es un jugador que sea conocido por ser saludable.

Otra cosa que siembra dudas es que, se asomó para el juego ante LeBron, pero no así ante otras estrellas de la NBA incluido su MVP, Giuannis Antetokounmpo, y más recientemente, Chris Paul, demostrando que su ‘load management’ es más importante que su equipo, la afición, el dinero que estos pagan por verlo, y que está muy por encima de una liga que tiene contratos de partidos televisados nacionalmente, para una audiencia mundial, y que cuando se trata de los Clippers, no asegura exhibir a sus máximas estrellas.

Es más, todo rayó en lo ridículo, cuando con audiencia Mundial se asomó tras más de una semana de descanso para jugar con su amigo, —que él trajo, Paul Gerge— y ante los Clippers en un marco envidiable por los ratings.

MAÑA VIEJA

Y esto no es algo nuevo, estimado lector. Esto viene desde sus días en San Antonio, con los Spurs. Dice que no le gusta la atención, pero es todo, absolutamente todo lo contrario.

Allí, en San Antonio, al no ser consentido con su demandas de no querer jugar en ciertas noches ante ciertos rivales, le demandó un canje a otro equipo.

Tras ser cedido, y complacido, en Toronto, hizo lo mismo, y mientras estos sí le respetaron sus constantes ausencias, por lo menos le sacaron un anillo al ‘trato’.

¿Y qué de LeBron James?

Claro, LeBron James fue conocido anteriormente por exigir el mismo trato de divo, que hay que decir, no ha exigido en este 2019.

EL FACILITADOR

Y como lo dicen sus compañeros de equipo, hoy en día, esta versión de LeBron James, lejos de tener excusas, tiene voluntad.

Lejos de complicar, hace hasta lo imposible por facilitar. Algo que nos muestra su madurez y actual nivel mental y estado emocional.

Razón por la cual no dudo que se le dará un bueno año, no sin antes recordarle, porque se lo he dicho de frente que, “tanto esfuerzo puede resultar en vano, a menos que llegue bien hasta al final de los 82 partidos de temporada regular”, a lo que respondió con una sola mirada, una sonrisa, y un simple comentario muy a su peculiar manera de ser y responder:

“Una persona perezosa es un reloj sin agujas, siendo inútil tanto si anda como si está parado.”

Algo en lo que coincidimos, y sabemos también iba directo al corazón de los de ‘la puerta de enfrente’.

Cuidado con LeBron y sus Lakers, aún no sean favoritos en su propio feudo, la realidad es que este equipo intimida, vence y convence, algo delo que hoy carecen los Warriors de Steve Kerr, que ha demostrada que de coach, no tiene, nunca ha tenido, ni jamás tendrá nada.

Los dejo. Hasta la próxima.

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