Clippers de Doc Rivers y Jerry West deben recordar las palabras sabias de ‘Magic’ Johnson y Kobe Bryant sobre el famoso ‘tanking’ dentro de la NBA y acatar órdenes directas e inmediatas

Por René Romano @reneromanosport @TheLAVox

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Para nadie es un secreto que ambos fueron ganadores, campeones e ídolos de los púrpura-oro, pero también —en secreto y ‘low key’— de todo aficionado del baloncesto Mundial y de la NBA. Incluidos los ‘Clipper fans.’

Tanto Magic Johnson como Kobe Bryant fueron ejemplares y dignos de llamarse padres ancestrales en su carrera como profesionales dentro del deporte de la ráfaga, robándose así, durante sus respectivas etapas, las miradas y la atención del mundo entero. Incluidos los ‘Clipper fans.’

Primeramente, por el don que se les fue otorgado desde los cielos, y segundo, por su profesionalismo y su integridad con, hacia, por y para el deporte.


Algo que sembraron y cosecharon con creces, reflejado en el respeto hacia ellos de parte de los demás—por lo menos dentro de las duelas— y que, aún con sus defectos, uno un mujeriego en la época de los 80’s, y el otro, un tramposo en su vida amorosa y acusado de ser un violador, le dejaron al baloncesto algo más valioso que la integridad previo a su retiro definitivo.

Una lealtad que, irónicamente, y especialmente hablando de dos exLakers, los Clippers de Doc Rivers deben acatar y seguir como si fuese uno de los 10 mandamientos, o el pedido de acción de un abogado a la hora de leer la carta de herencia respectiva previo o post un funeral.

RECTO, DIRECTO…

Una disposición sin desvíos, directa, sin rodeos ni demoras, y que seguramente exigirá, sino además implantará como regla de camerino e institución el genio Jerry West (exLaker), junto a Doc Rivers y Steve Ballmer, al predicarle, reclamarle, pedirle, exigirle, demandarle, y requerirle a los suyos— que como en su época en la NBA lo dijeron el ‘32’ y el ‘24’, queda prohibido —cueste lo que cueste, perder a propósito (el famoso ‘tanking’ de la NBA) ya que más vale un perdedor que un traicionero ‘pocos huevos’.


¿Por qué digo esto? Por los rumores que circulan alrededor de Clippers, que lloran sangre al asegurar que pronto, se caerán a propósito, del séptimo y octavo lugar del Oeste de la NBA, pretendiendo así, ejercitar el famoso ‘tanking’, al perder y ganar aviada hacia el sótano del Oeste, a cambio de una elección de primera ronda del próximo draft colegial.

Algo útil, no lo negaré, pero a la vez irrazonable, considerando que ya poseen más de 70 millones de dólares para hacerse de los servicios de dos, no uno, sino dos grandes del mercado en la agencia libre que se avecina, y así poder presentarse para la temporada 2019-2020 como verdaderos contendientes y no solamente como un equipo del montón.

¿Nombres? De todos son sabidos pues se los hemos dado a conocer, uno por uno, con el correr del tiempo.


Y mientras ahora sí, sería algo viable, posible y al alcance real de Clippers (con Jerry West abordo), tampoco se valdrá o se permitirá sufrir de pánico escénico, como cuando en su momento, también lo exigieron el ‘32’ y el ‘24’ de parte de los suyos, sacándolos de callejones sin salida, hacia la tierra prometida, luego de temporadas para el olvido y otras, dignas de ser colgadas permanentemente en el pasillo de los recuerdos.

DE GENTE GRANDE

Un legado y derecho que insisto, por muy púrpura-oro que hayan sido el ‘32’ y el ‘24’, los Clippers deben acatar.

Algo que, no es exigido o requerido por el simple hecho de vivir en la misma ciudad, o por compartir escenario deportivo, sino por su compromiso a la excelencia de un pueblo deportivo que posee a 10 equipos profesionales, entre los cuales, solamente ocho de ellos son dignos de decir que un día fueron campeones del Mundo, regionales, o divisionales.


Derecho que, hoy por hoy carecen los Clippers y el recién llegado, Los Ángeles Football Club, otrora Chivas USA.

Derecho que, los debe obligar —hoy más que nunca—a sacar el pecho, y reconocer que, lo que se ve y se sabe, no se pregunta y que, hacer algo por ‘deber’ es simplemente ‘obedecer a la razón.’

Los dejo. Hasta la próxima.

About The Author