Neymar está más cerca que nunca de convertirse en jugador del Real Madrid... o del FC Barcelona; La insistencia de Florentino Pérez y la mezquindad de los jeques de PSG; Barça pujaría por Mbappé si no llega Ney

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Hay un famoso refrán que, reza que la vida no te da lo que tú quieres. Ella te da aquello por lo que trabajas.

Algo que aplica como anillo al dedo a la actual situación de muchos jugadores dentro del mercado europeo de traspasos dentro del fútbol Mundial, y en su defecto, dentro de otros alrededor del Mundo.

Pero jamás con la magnitud con la que se le asimila o se relaciona con la realidad y situación actual y en el posible futuro de, los dos arietes del París St. Germain de la Ligue 1, en Kylian Mbappé y Neymar.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque la vida misma se ha encargado de darles su merecido. La vida misma se ha encargado de darles por lo que ellos han trabajado.

La vida misma les ha otorgado su merecida recompensa.

KYLIAN EN LA CIMA

En el caso de Mbappé, por ejemplo, aclarando que no le conozco personalmente, creo que por las referencias que me han dado en quienes he confiado, pronto tendrá su verdadero y gran merecido.

Vea, ya ganó el máximo cetro que otorga la FIFA a un jugador menor de 21 años en 2018, para luego ser campeón del Mundo con su selección, en una Final del Mundo en la cual, fue el más valioso en la paliza a Croacia en Rusia, de forma convincente.

Hoy en día, aún en la jaula de oro de los jeques, dueños e inversionistas del PSG de Francia, se muestra ante el mundo entero y se luce ante los mejores jugadores y equipos alrededor del mundo, pidiendo a gritos, cancha en otra realidad, porque siendo sinceros, con los parisinos, jamás ganará algo más que, una Copa doméstica, Una liga y una Supercopa domésticas.

Es la realidad, y un premio al esfuerzo para Kylian, que ahora buscará subir al próximo escalafón dentro del fútbol del Mundo, en otra realidad. Una que, de pasar Neymar a las filas del Real Madrid, tal y como se prevé, podría situar al francés en la mirada fija y blanco del FC Barcelona, que, por su parte, le sigue dando su merecido a Neymar.

Un merecido muy distinto, que se lo ha ganado a pulso el atacante brasileño.

MALA HIERBA

Sí, gracias a sus malas actitudes, sus pésimas decisiones y su egocentrismo, que lo vio salir del FC Barcelona hace rato, para solo pasar penas y sonrojos en torneos fuera de suelo galo.

Un premio a sus indiferencias, desprecios y caprichos, que están cerca de premiarlo con un viaje directo de la jaula de oro de los jaques árabes —que invierten petrodólares en el Paris St. Germain— hacia aquella de Florentino Pérez, máximo jerarca del Real Madrid, que sigue haciendo ejemplo, de todo aquel que, “no merezca ser merengue, o no quepa a cabalidad dentro de lo él o su técnico, prevén”.

A muestra de un botón, los casos específicos de Gareth Bale, James Rodríguez e Isco entre tantos, que luego de darle todo a los blancos, han sido mal pagados con el látigo del desprecio, a manos de un mercenario, que cuenta con una ley que nunca lo verá fuera del poder en el Madrid.

POBRE DIABLO…

Algo que insisto, lo tiene merecido Neymar, que se ha ausentado para los cumpleaños de su hermana en los últimos años, abandonando concentraciones jurando estar lesionado, y que, se ha paseado hasta por alfombras rojas previo y post fiestas, organizadas por él y su clan con inmovilizadores y botas de yeso, que nunca le impidieron pasarse de tragos o meterse en líos de violación.

Ahora, inmiscuido en ‘broncas’ de faldas y bajo serias acusaciones por parte de Hacienda, insisto, tendría su merecido retorno a una liga que lo coronará como Rey, pero no de su fútbol, sino de uno merecedor de todo desprecio, en un equipo mal manejado, y predestinado a la desgracia mientras Florentino siga al frente.

 

En cierre, la mesa está servida, para que todos obtengan su merecido. Tanto en Catalunya como en Madrid. Una cosecha de aquello que sembraron, y evidentemente cosecharon.

A Neymar habría que recordarle todo lo anterior, pero, sobre todo, que, la dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos.

¡Hala Madrid! ¿O no, Neymar?

Los dejo. Hasta la próxima.

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