Cualquiera que haya sido la motivación para Michael Jordan previo a cada inicio, fin o pelea por algún logro y en cualquier situación o partido, era propia, por lo que juzgarlo no solo es injusto, sino bizarro y malintencionado

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Cierto es que nadie llegará nunca a su destino si se para a tirar piedras a cada perro que ladra.

Algo que aplica como anillo al dedo a la actual situación de Michael Jordan, cuyo documental con ESPN, tiene al mundo del deporte hablando bien y desgraciadamente, muy mal de él.

Algo bueno, pero no idóneo.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque mientras hablen de uno, para bien o para mal, estás en sus pensamientos.

Lo molesto, y lo incómodo, es que muchos han utilizado el documental para atacar a quien todos sabemos es el más grande de todos los tiempos dentro de las duelas.

El incomprendido le digo yo, porque ha sido juzgado de manera injusta por los motivos que le empujaron y lo empecinaron en querer ganar.

Y en lugar de decir y admitir que ganaba por talento, algunos de sus detractores se han lanzado a decir que ganaba en base a ‘venganzas, remordimientos y motivos oscuros’.

A los que les respondo que todos tenemos nuestra propia forma de reaccionar y estilo o motivo para generar nuestra motivación.

DE RETOS…

A mí por ejemplo, me gustan los retos (dentro de lo que hago como profesional), como le gustaban a Michael, a Kobe, y los más grandes de este deporte, que con carácter, huevos y pasión, superaron obstáculos y túmulos, rumbo a la gloria total. Por lo menos dentro del deporte.

Razón por la cual veo inadmisible sean juzgados por sus motivaciones o impulsos. Deberían ser apreciados por lo mostrado, lo ganado y peleado. No por envidias y trastornos. Por egoísmos y malas intenciones. O enfermedades mentales y/o emocionales de quienes los critican.

Charles Barkley, Issiah Thomas y Patrick Ewing son algunos de sus detractores por ejemplo, que se vieron afectados por Michael Jordan en algún momento.

A Thomas aún le duele no haber formado parte del ‘Dream Team’ de 1992, pero no era solo Michael el que sabía que no era una buena persona, sin desmeritar que fue un gran jugador, sino todo el grupo, que muy sabia que Issiah era un malperdedor. Razón por la cual lo bloquearon.

Barkley en tanto, nunca dejará de pensar que le pudo haber ganado en una final, cuando todos vimos lo contrario en un año MVP para Charles, que no debió ser de él, sino de Michael.

En esa final Michael lo superó en todo y le dio hasta por debajo de la lengua, como lo hizo con los Pacers de Reggie Miller, que nunca ganٕó nada y sigue jurando que su quinteto era mejor que el de los Bulls.

A lo que digo ‘bull-shit’, pues Reggie sabe muy bien, que los suyos, eran por lejos, un equipo bastante inferior. Sí, línea por línea. Marca por marca.

EL ‘KNICKERBOCKER’

En cuanto Patrick Ewing se refiere, es ridículo hacerle caso a un personaje tan resentido como el ex Knick, que a lo largo de sus carrera, fue dejado al margen por las travesuras de Michael Jordan.

Ewing dijo recientemente que, ‘(el documental) lo vio partes y no lo quiso observar todo, porque tenía mejores cosas que hacer’, a lo que también digo ‘bull-shit’, pues ese rencor y dolor, por lo menos a Patrick, nadie se lo quita.

Es más, esa envidia y rencor, para Thomas, Barkley, Miller y Ewing —entre tantos otros— no tiene remedio, pues en la duela Michael no solo les arrebató su hombría, sino también su honestidad y su capacidad de discernir, y entender, que estaban jugando ante ‘el mejor’.

En cuanto a la relación con Kobe Bryant se refiere, es falso que algún día tuvieran roces. Y muy cobarde de Bryant en clavarle ‘medio centenar’ a Michael en su último enfrentamiento. Especialmente porque no solo estaba viejo, pero ya le había imitado y clonado todo movimiento habido y por haber a lo largo de los años.

Es por algo que fue su mimo y gran imitador a lo largo de su carrera, algo que nadie puede y jamás podrá negar de Kobe Bryant, a quien incluso le cuestioné de frente —y cara a cara— cuando se cambió del número 8 al 24, cuando le dije que si el ‘change’ era por esta un numero encima sobre Michael o solo por gusto y gana.

Algo a lo que simplemente se río y jamás me respondió.

Dicen que, todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa.

Este mundo sigue al revés. Michael Jordan es el ‘GOAT’.

Los dejo. Hasta la próxima.

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