LAFC se armó previo a su tercer torneo emelesero, acorde a sus expectativas y las de su afición: para festejar en la grada, cantar en la grada y festejarlo todo en la grada. Siguen carentes del ingrediente principal

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

REDACCIÓN CENTRAL (THELAVOX). — Cierto es que, la mayor sabiduría es darse cuenta de la falta de esta.

Algo que, sin rodar el balón emelesero, les puedo decir que carece el Los Ángeles Football Club.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque como su rival de patio, no se reforzaron donde necesitaban hacerlo, y al contrario, despilfarraron plata donde les sobraba el gol.

Y mientras les aseguro que el Galaxy debe dar su dinero como perdido, sí, el invertido en Javier Hernández, lo mismo podría decir del LAFC, que tras deshacerse de su mejor defensor Walker Zimmerman y su más talentoso mediocampista en Lee Nguyen, invirtió en otros sectores sin darse cuenta de que no había reparado la fuga principal.

Una que no era carente de gol, ni de defensiva u ofensiva, sino de realismo y de huevo.

Lo justo, para llevarlos sobre el túmulo que representa ser el penúltimo o antepenúltimo partido antes de llegar a una final de MLS Cup, que lejos de requerir lo que a lo largo del torneo les sobró, exige madurez, temple y sobre todo, tener los huevos bien puestos.

Sí, como lo que sin Bradley Wright Phillips lograron ante el León en la Concacaf.

Ojo, con esto no se le cuestiona la hombría a nadie, es más, se les admira por aguantar tanta decepción, pero se pensaría que Bob Bradley, con tanta experiencia, hubiera estado anuente que lo último que les faltaba era el gol.

EN EXCESO

¿Sigue incrédulo? Carlos Vela se dio el gusto de romper la red en 34 ocasiones en 2019 y su banda, lo arropó, como lo hicieron en la Concacaf ante la Fiera. Con los socios de costumbre, Rossi y Blessing, que siguen haciendo estragos sin el ‘inglés’ o Diomandé.

Claro, le ganaron el último duelo a la ‘bestia’ (Zlatan) en la semifinal de la conferencia, pero de allí no pasaron. Seattle se dio gusto mostrándoles cómo se juega con huevo, casta y personalidad. Les dio el privilegio de ver a un grupo ‘canchero’ trabajar.

Algo que sigue careciendo Carlos Vela (como líder), pues un partido de inspiración ante el León no arregla ni repone por dos años de fracasos cuando tenían todo para ganarlo. Sí, incluido el apoyo de los pantalones largos, y el de los hombres con silbato, cortesía de papá MLS.

Eso dicho, ni Bradley Wrigth Phillips, ni ‘Rayito’ (penoso su nivel) o mucho menos ‘Carlitos’ los podrán llevar más allá, en un año que les garantizo, será muy distinto al anterior, y no porque lo diga yo, sino porque es una realidad que las marcas aumentarán, así como las exigencias y la divulgación a mayor escala, que esa zurda de Carlos es su veintiúnico perfil y opción.

Algo que puede revertir el LAFC, siempre y cuando Carlos Vela se ponga la capa de héroe noche tras noche y aprenda a ser dual. Porque está en él y nadie más. Por algo gana lo que gana, y porta ese gafete de capitán.

CHISPAZO

Algo que le vimos hacer ante el León y que a ciencia cierta, es buen síntoma, para ellos. De hecho, hasta se dio el lujo de gritarle gol a su grada, algo nunca visto, pues previo a ese desahogo, todo siempre fue dedicado a su mujer.

Algo que, por agradecimiento debería hacer más a menudo, pues sin el aporte de ‘sus fieles’, quizás otro gallo les hubiese cantado ya por espacio de dos años.

En cierre, como al Galaxy, a este LAFC le veo otro año de aprendizaje y transición, pues por lo visto, siguen con el mismo discurso y lenta transición.

Aquel discurso de no reforzarse donde era y es necesario, ignorando hacerlo donde más les han hecho daño.

¿Qué sí llegan lejos en la Concacaf? Lo dudo seriamente. Ese partido ante el León, como esa semifinal del Oeste ante el Galaxy, les basta y le seguirá bastando siempre y cuando no piensen más allá y su líder aprenda a utilizar la dualidad y se apodere del descaro y de una vez por todas, explote como jugador.

Los dejo. Hasta la próxima.

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