Mientras el LAFC hace contrataciones rimbombantes y de primer nivel, y domina en la MLS a gusto y antojo, el L.A. Galaxy sigue siendo hazmerreír de la Liga tras olvidar sus principios, historia y legado bajo una dirección general nefasta y ponzoñosa a toda escala dentro de su ‘institución’

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE. UU.— Cierto es que, la desgracia destroza el carácter de cualquier equipo. Pero es su oscuridad interna, su mediocre ‘equipo de liderazgo’ y ‘la maldad de algunos de sus empleados’ la que le hace más desgraciado.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque la soberbia, el egocentrismo, el narcicismo, las malas intenciones y la cruda maldad nos hace malaventurados.

Ingredientes de los cuales se puede jactar —de sobra— tener el ‘histórico’ y equipo más ganador en la historia de la Major League Soccer, el Los Ángeles Galaxy, que hoy en día, no es nada más que el hazmerreír de una Liga que ya domina su rival de ciudad. Y de no ser por los ‘derbis’ — y los milagros que en su momento hizo por ellos el delantero sueco, Zlatan Ibrahimovic— que el Galaxy les ha ganado, las ventajas son todas para los de Downtown L.A., donde todos son bien atendidos y recibidos jornada tras jornada.


Caso contrario a lo que pasa en Carson, en el Dignity Health Sports Park para ser más específico, donde hay cero educación, y se quieren desquitar con medio mundo —sus personeros— lo que ellos mismos han generado. Recordemos que cada acción merece una reacción. Razón por la cual se han ganado la antipatía de propios y extraños. Pues se rehúsan en cambiar a todo nivel.

Recuerden que el que mal siembra, mal cosecha y el que al cielo escupe, en la cara le cae.


ÉXITO Y FRACASO

Pero iremos por partes, iniciando con el éxito rotundo que es este LAFC, nuevo dueño de la ciudad Angelina, pues no vale la pena hablar en demasía de un equipo decadente y manejado por gente incapaz a toda escala y departamento como el Los Ángeles Galaxy.

Allí en el Banc of California Stadium, a ciencia cierta, hemos vistos noches mágicas, así como por TV, cuando este equipo juega fuera de casa.

Noches mágicas inigualables de buen fútbol, por lo menos dentro de la Major League Soccer, pues a pesar de haber quedado eliminado de US Open Cup, la competencia más antigua del país— a manos de un Galaxy que luego cometió la osada de quedar eliminado del mismo certamen ante un equipo de segunda división— este LAFC compite por algo más: un campeonato de Major League Soccer, la emblemática MLS Cup, y un Superliderato (Supporters’s Shiled que ya ganó una vez) que los manda directitito a la Concacaf donde ya fueron finalistas del área junto a los Tigres de la UANL.

Y es que si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti mismo. Ganar y seguir luchando ante la adversidad. Algo imperativo y vital que sí tiene el LAFC y desgraciadamente (para sus fans), carece el L.A. Galaxy.

Y es que el LAFC anda bastante bien, y a decir de algunos de sus jugadores, ya no permitirán que el hecho de aun no poder ganar en Carson les afecte en su estado anímico.


UN PARTIDO MÁS

Es por ello por lo que lo tomarán como un partido más de ahora en adelante y se enfocarán en lo más importante, dentro de lo más importante y eso es lo que les ha costado quedar fuera de varias ediciones de los MLS Playoffs; la falta de experiencia de sus jugadores, la casta y liderazgo de otros y el poder anímico, para superar a equipos con más experiencia como el Real Salt Lake y los Seattle Sounders. Equipos que les han dado sinsabores en las veces que han estado en los Playoffs.

Y lo han hecho de la mejor forma, al cerrar el grifo, reforzando su defensa y delantera, con dos exmundialistas en Giorgio Chiellini de Italia (ex Juventus) y Gareth Bale de Gales (proveniente del Real Madrid), a la vez que renovaron a Carlos Vela (y que, podrían firmar a Jesee Lingard), que luce totalmente comprometido a la causa y contento con un nuevo contrato con duración hasta finales de 2023.

El Galaxy en tanto, sigue contratando jugadores de cuestionable nivel y andar como su más reciente adquisición, el uruguayo Gastón Brugman, que llega a Carson con un contrato garantizado hasta diciembre de 2025 con opción a otro año más. El club angelino compró la ficha que estaba en propiedad del Parma italiano donde jugaba de forma regular como ‘cinco’.

A decir del Galaxy, su DT y repetido por sus ‘podcasters’ y ‘reporteros de Twitter’, buscan a otro jugador antes del cierre de la ventana de traspasos, como lo hace el LAFC, solo que con el lujo de poder etiquetar al ‘9’ que buscan, como Jugador Designado, pues los días de Chicho Arango estarían contados en el LAFC.

SON DE AGUANTE

Otro factor a favor del LAFC es que no le vende humo a su feligresía, que tiene huevos de sobra. De hecho, sus feligreses —en general, pero más los de la 3252— son exigentes, leales y no conformistas —ya han protestado— y no son como los del LA Galaxy, que cada vez que pierde el elenco de Carson, se quedan callados, bajan la cabeza y conspiran entre ellos mismos, sin tener el valor al final de cuestionar a una junta directiva que en lugar de enderezar la nave, les vende más humo con nueva mercadería a disposición para sanar ‘sus dolencias y amarguras’.

No diría que es cobardía, pero no poseen el mismo corazón que los de centro de la Ciudad. Esto está claro. Les falta vergüenza propia, orgullo, dignidad, carácter y a sus grupos más grandes —que solo sirven para beber, insultar y trolear a la gente que no está de acuerdo con ellos en las redes sociales— fortaleza testicular para ponerle un ‘hasta aquí’ a AEG, que solo los quiere por su dinero, y no por su lealtad desde el 96, como suelen llenarse la boca de divulgar en toda conversación.

¿Leales? Quizás. ¿Ilusos y tibios? De forma total.

SOLDADOS Y TIBIOS

Y no para allí, pues las juntas directivas de ambos equipos igualmente son polos opuestos. Mientras en la del Galaxy reina la impotencia de su Presidente y sus 'más cercanos' , que suelene demostrar ante la adversidad y el enojo, su inmadurez, y falta de tacto y experiencia con la prensa, el LAFC posee todo en exceso.

De hecho, a John Thorrington no se le puede mencionar en la misma oración que Chris Klein. Como tampoco se puede comparar el trato con la prensa uno entre otro. Es día y noche. En el Galaxy juegan jueguitos de 'preferidos' y pecan de 'amiguismos'.

Claros y vivos ejemplos de gracia y desgracia, de hambre de triunfos y conformidad, de frialdad y timidez. De valentía y cobardía en algunos casos. De pelear unidos, de hombro a hombro, y no convertir en su estadio, su ‘front office’ o su ‘fanbase’ en una casa de chismes, de dimes y diretes y de gente llena de caprichos y nacionalismos tontos.

Algo que, no se compone con una victoria en el día de la Independencia, pues el margen entre los equipos del Oeste es demasiado ajustado como para botarlos hasta debajo de la tabla en lapso de días. Es así de cruel el viejo Oeste de la MLS, donde la diferencia entre cuarto y noveno, hasta el día de la Independencia, era de tres puntos.

Algo que seguramente cambiará para bien o para mal para ambos equipos en el transcurso del mes de julio y agosto, en los cuales se avecinan duros retos. Y más para los de Galaxy, pues son tan inestables como un GPS descompuesto.

RESUMIENDO…

Eso dicho y en cierre, les reitero que, mientras el LAFC hace contrataciones rimbombantes y de primer nivel, y domina en la MLS a gusto y antojo, el L.A. Galaxy sigue siendo hazmerreír de la Liga tras olvidar sus principios, historia y legado bajo una dirección general nefasta y ponzoñosa a toda escala, dentro de su ‘llamada institución’ que hoy mas luce como una desunión.

Es por ello por lo que felicito sinceramente lo hecho por los ‘New Kids on the Block’, un trabajo sólido, un staff de primera, y una feligresía con pelotas de sobra, a la vez que le recuerdo al Galaxy y sus ‘empleados’ que, la soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano. Esta podrido y enfermo.

En síntesis, es tan simple como agregar —por si no entendieron la primera vez— que el oro hace soberbios, y la soberbia, necios y caprichosos.

Los dejo. Hasta la próxima.

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