Una constelación espera arribar en Brasil para una nueva edición de Copa América que tendrá como gran ausente a Neymar; Se quedan muchos jóvenes de la MLS sin una oportunidad, incluido Diego Rossi y algunos otros del LAFC

Por René Romano @reneromanosport @IamRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Debo admitir que en un inicio preví —en mi mente— una muy descolorida Copa América, y hasta cierto punto, me comporté mal. De forma casi despreciativa, negativa y pesimista.

Pensé, honestamente iba a ser una copa sin brillo, sin estrellas y simplemente una transicional tras el encontrón en Chile y la realizada en EE.UU.

En realidad, pensé muchos se tomarían el verano libre y jugarían sus pretemporadas en la International Champions Cup de Estados Unidos, mientras se iban de shopping, o se daban una vuelta por Asia y alrededores.

Sin embargo, me equivoqué de forma rotunda. Algo que es de hombres admitir.


Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque pensé erróneamente, juzgué mal e insinué que estaría plagada de chicos, de algunos ‘grandes de salida’ y muchos nuevos, probándose y buscando ser el futuro de su respectiva selección nacional.

Ojo, no es algo malo, pero no es lo mismo ver a los consagrados en busca de algo importante, que a un grupo de principiantes buscando lugar, en un banquillo de suplentes porque esa sería la realidad.

‘FALTA LA ESTRELLA LOCAL’

Empero, aun con la pésima noticia que —seguramente— no veremos a Neymar por lesión (cayó en el amistoso ante Catar con una seria lesión de tobillo, con una ruptura de ligamentos confirmada), sigue latente la esperanza de ver una gran

Copa en suelo amazónico, donde veremos a un Lionel Messi que pidió ir, un Luis Suarez que exigió estar, un Vidal y un Alexis que exigen cancha — en el Barcelona y el Manchester United— un DiMaría que debe demostrar haber madurado y que ya no se de cristal.

Y claro, también emociona el retorno de Edinson Cavani y las novedades de Miguel Almirón y Cecilio Domínguez con Paraguay, un ex emelesero y el otro americanista, la presencia de Enner Valencia, Renato Ibarra, Eduardo Vargas, Paulo Dybala, el retorno de Jefferson ‘la foquita’ Farfán, el esperado arribo de Josef Martínez, estrella absoluta de Venezuela y de la MLS en 2018; la reincorporación de Paolo Guerrero con Perú, y, sobre todo, el retorno al continente de James Rodríguez de Colombia.


MOMENTO CLAVE

Un jugador que llega con un tema delicadísimo sobre sus espaldas pues luego de que tanto el jugador, como el Bayern Munich alemán se dieran ‘las gracias’, debe retornar a la ‘jaula de oro’ del Madrid, con Zidane, donde se menciona y se sabe, sería una pieza clave o ‘moneda de trueque’ para unos merengues que se mueren por llevarse a Eden Hazard y arrebatárselo al Chelsea.

Un verano realmente clave para James, que debe demostrar su real valía y volver a ser en Brasil, aquel jugador exótico que acaparó la vista de todos en aquel Mundial.

Por parte de los locales, insisto, lamento y mucho no poder ver a Neymar, pues esta si es mala suerte. Regresando de una lesión, vuelve a caer en un momento en el cual necesitaba más que nunca del fútbol.

Empero, quiero ver a Firmino y a Arthur, así como en Argentina a Agustín Marchesín del América de México y a Guido Rodríguez, compañero de ‘Marche’ en las Águilas, donde ha demostrado en la media cancha, ser una especie de Fernando Redondo, con el respeto que merece el ex jugador del Real Madrid y claro, el otrora cinco de la albiceleste.

Por Colombia, motiva poder ver a Juan Cuadrado aportar con lo que hace en la Juventus de Italia, a la vez que, observamos las últimas hazañas del ‘Tigre’ Radamel Falcao.

¿De Bolivia? Rolf Feltscher del Galaxy de Los Ángeles definitivamente. Quiero ver realmente en qué nivel está, fuera de la MLS y en otra realidad.


‘ENORMES AUSENCIAS’

En cuanto a las grandes ausencias se refiere, veo con muy malos ojos que en Uruguay hayan ignorado a un jugador —ex seleccionado Sub-20— en Diego Rossi del LAFC, elemento que, sin su presencia, sus desmarques, desbordes y aporte, no tendría al mexicano Carlos Vela en el pedestal que lo tiene la prensa mexicana en Estados Unidos.

Sin Rossi, el mexicano no tendría ni la mita de goles que tiene, ni mucho menos, se quedaría casi en soledad frente a los arqueros haciendo su jugadita de siempre al ‘chutar’ desde los linderos del área, a la esquina superior derecha del arquero rival.

Diego es un jugadorazo en proceso, como lo son las otras ausencias. Argentina debió haber llamado a Ezequiel Barco, y Colombia a Eduard Atuesta que como ‘Eze’ y Diego, merece un vistazo pues pueden ser el futuro, aun jueguen en una liga como la MLS que es despreciada en Sudamérica donde hay equipos de menor nivel que los emeleseros en países como Bolivia, Venezuela, Paraguay, Uruguay y hasta en la misma Argentina.

Sí, se lo digo yo, con 20 años de experiencia y asiduo seguidor de Copa Libertadores, Copa Sudamericana, y las ligas de la Conmebol.


CASI UN 50%

¿Sabía usted que de los 328 extranjeros que juegan en la MLS, 156 provienen de Latinoamérica? ¿Sabía que eso representa un 49 por ciento del total de legionarios que tiene la liga de las ‘barras y las estrellas’, para un total de 23?6% de todos los jugadores de la liga?

Otros que merecían un vistazo, por lo menos desde el banquillo de suplentes eran Pablo Aránguiz, Eric Remedi, Tomás Conechny, Valentín Castellanos, Pablo Ruiz, Ruan, Nicolás Firmino, Mauro Manotas, Luis Caicedo, Eddie Segura, Jesús Ferreira, Ronaldo Peña, Chisthian Cásseres, Joaquín Ardaiz, Jesús Medina, Josué Colman, Sebastián Méndez, Pablo Aránguiz y Yordy Reyna por no mencionar a otros que merecían más.

¿La esperanza? Que otro día se le podría dar a estos chicos, ya cuando se le acabe el gas a las ‘vacas sagradas’ y realmente, urja una renovación total de filas en miras al Mundial que le sigue al fiasco de Catar, cita a la cual, retorna descaradamente Gianni Infantino, reelegido no por escogencia, sino por ‘sus propios huevos’.

Los dejo. Hasta la próxima.

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