Las eliminatorias de la Concacaf y la Conmebol siguen demostrando ser predecibles, calculables y empapadas de inflexiones. Los tres de siempre y Panamá u otro valiente en el Norte y Centro, y los de tradición, constancia, regularidad y estabilidad en el Sur

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Las Eliminatorias de la Concacaf y la Conmebol son tan predecibles y llenas de lógica que solo se pueden comparar con una sola frase.

Sí, aquella que reza que, si buscas una aguja, no busques en un pajar, busca en un costurero.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque si sólo tienes un martillo todo te parece un clavo.

Es imposible no pegarle en la cabeza. Es imperdonable no acertar.

Pero iremos por partes, iniciando con lo que ha sucedido hasta este momento en la Concacaf.

Una Confederación de tres, compuesta por Estados Unidos, México y un ‘valiente’ que se les pare a esos dos. Para esta eliminatoria, ese equipo es Canadá, que llega a reemplazar a una Costa Rica que antes presentaba cierto grado de peligro.

Algo que quiso ser y hacer Panamá, pero que aún no logra normalizar o estabilizar, debido a su bipolaridad.

BOLETOS ACAPARADOS

Y es que, junto a Estados Unidos, México y Canadá, es Panamá quien en ‘mí lógica’, es el que tiene que avanzar.

Primero por el talento de sus jugadores y segundo, porque no son tan habladores como los demás.

Y es que, ya hartos —y hasta el gorro— estamos de las habladurías de países como Jamaica, El Salvador, Honduras y claro, los costarricenses y los chapines, que previo a cada eliminatoria, se dedican a prometer y predecir, mas de lo que pueden entregar y cumplir.

Una manía vieja de los hermanos centroamericanos, que siempre termina en la ‘búsqueda de culpables y la cacería de brujas’ que viene seguido del trago amargo que significa quedarse fuera de una cita Mundial por enésima ocasión.

Algo que no sucede con los que si planifican y se preocupan por su fútbol. ¿El caso más reciente y sorprendente? El de Canadá.

ARDUA LABOR

Una Canadá cuya selección nacional no había tenido mucho éxito en el escenario internacional desde que llegó a la Copa del Mundo por primera y única vez en 1986.

En su último partido de clasificación para la Copa Mundial contra Panamá en el BMO Field en Toronto sin duda marca uno de los juegos más importantes para Canadá desde que el equipo se fue sin goles en tres juegos en México '86.

Eso no significa que no haya habido mucho drama en los últimos 35 años. Un programa con casi ninguna estabilidad en el frente técnico no ha impedido a Canadá a jugar su parte justa de partidos fascinantes.

A eso súmele el éxito de sus jugadores en el Viejo Continente, contando en sus filas con el jugador más caro de la Concacaf en Alphonso Davies, atacante del Bayern Munich bávaro, y su legión extranjera, bien complementada por otros talentosos como, Steven Vitória (Moreirense), Stephen Eustáquio (Paços de Ferreira), Derek Cornelius (Panetolikos), Atiba Hutchinson y Cyle Larin (Beşiktaş), Jonathan David (Lille) y Charles-Andreas Brym (FC Eindhoven).

¿Quiere más? Recientemente hasta se dieron el gusto de arrebatarle y convencer a un jugador estadounidense a optar por ellos, en lugar del ‘poderoso USMNT’.

Y es que, Ayo Akinola está abrazando la Hoja de Maple. Canadá Soccer anunció que el delantero del Toronto FC de 21 años está cambiando la lealtad internacional de los Estados Unidos a Canadá.

Nacido en Detroit, Akinola se crio en Brampton, Ontario. y ha sido parte de la configuración juvenil de TFC desde 2015. Akinola nunca ha representado a Canadá en ningún nivel, habiendo jugado para los Estados Unidos en los niveles sub-15, sub-17 y sub-20. Recibió su primera convocatoria senior de la USMNT en un amistoso de diciembre contra El Salvador en el que anotó, antes de ser ‘raptado’.

LOS MENOS AFORTUNADOS

El otro lado de la moneda sin embargo, afronta demasiadas adversidades. Las propuestas de equipos como El Salvador, Honduras, Costa Rica y Jamaica han sido un rotundo fracaso y ‘desperdicio de humo’.

Han vendido tanto humo sus medios, allegados y ‘amigos de sus programas de selección’ (scouts y los que se encargan de nacionalizar a chicos con sangre de su respectiva nación), que ha sido sumamente difícil poder —por lo menos para los antes mencionados— justificar tanto esfuerzo y tiempo invertido en nacionalizar a jóvenes que ni conocen su himno nacional, ni mucho menos a sus compañeros, la cultura del país y por ende, el fútbol de Concacaf.

Algo de lo que también han pecado los guatemaltecos, que como los cuatro en mención, deben reconocer lo dañino que es golear a las islas dentro de su Confederación. ¿Por qué? Por el simple hecho de que jugar contra las islas, jamás servirá para prepáralos para los partidos con los que si practican buen fútbol.

En síntesis, no es lo mismo medirse a Puerto Rico en Bayamón, que a México en el Estadio Azteca, como tampoco es darse gusto con Barbuda en el Cuscatlán o el Mateo Flores, que recibir a Estados Unidos o Canadá.

Eso dicho, la única salida o ‘luz al final del túnel’, para estos cinco, incluida Guatemala, es trabajar en sus fuerzas básicas y la estructura de su fútbol. Esto requiere procesos, no apuestas, emociones efímeras, ni mucho menos arrebatos y falsos arranques de emoción.

Y ojo, que no será hasta que tengan un plan contingente y de valor, que cambien las cosas, porque como les reitero, las Eliminatorias de la Concacaf y la Conmebol son tan predecibles y llenas de lógica que solo se pueden comparar con una sola frase. Sí, aquella que reza que, ‘si buscas una aguja, no busques en un pajar, busca en un costurero.’

IMPONEN ‘HUEVO’

En cuanto a la Conmebol se refiere, al tope están los que tienen que estar. No solo por tradición o nivel, sino por lógica, dedicación, huevo y esmero.

Y es que nadie bajará a Brasil o a la Argentina de Lionel Messi de la cima.

Cierto, los argentos tuvieron su época mala, en la cual hasta se fueron al repechaje ante Australia, pero son accidentes que no suelen pasar cada cuatro años, como ya lo hemos visto —muy comúnmente— con países como Bolivia, Paraguay, Perú, Chile, Venezuela y Ecuador.

Todos, plagados de esa inestabilidad que hasta cierto grado, han mostrado otros como Colombia y Uruguay.

Cierto, de momento Ecuador marcha tercero, pero justo detrás están Colombia y Uruguay, que no se darán por vencidos hasta el meritito final.

Es allí donde pesará la lógica, reflejada en la lucha, esfuerzo y el aguante de los antes mencionados, que perseverará como esperado, previo a la cita Catarina, en la cual nadie debe, ni debería esperar sorpresa alguna de quien se clasifique tanto de la Conmebol, como de la Concacaf.

En cierre, si no cree en la lógica, por lo menos téngale un tantito de fe al sentido común.

Después de todo, el sentido común es el instinto de la verdad.

Los dejo. Hasta la próxima.

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