‘Team USA’ eliminado del Mundial de baloncesto de China, plagado de lesiones y ausencias de jugadores a quienes no le interesa la bandera; ‘Chicas del Soccer’ apelarán tras nuevo portazo en cara

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Razón de sobra tiene el viejo adagio que reza que, las penas, no matan, pero rematan.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque son injustas. Porque hieren, y porque matan…

¿Injusticias en tierras de campeones, dirá? ¿Problemas en paraíso, preguntará? ¿Líos en tierras de Tío Sam, insinuará?

A lo que le confieso, que tristemente, es mucho más que eso.

Es el triste caso de dos equipos casi huérfanos. Uno abandonado y desahuciado por sus jugadores y el otro por sus ‘manejadores’. Ambos, por sus directivos e influenciadores.

Dos conjuntos que, no pueden obviar ser víctimas de sus realidades y esclavas de sus herencias. Realidades incómodas, que han llegado por montones, representadas en puertas cerradas, obstáculos, traiciones y en negaciones de premios y accesos, justos y merecidos.

IREMOS POR PARTES…

En el caso de los hombres de la selección de baloncesto masculina —de Estados Unidos—, por ejemplo, no contaron nunca con el apoyo incondicional de USA Basketball como ente, que, si hubiese querido, habría podido haber obligado (o por lo menos torcerle el brazo) a sus máximas estrellas— y profesionales que se desenvuelven dentro de la NBA—a participar y defender los colores patrios en la actual cita Mundial.

Caso contrario, por lo menos una explicación válida, del por qué optaron o fueron forzados u obligados a no representar el prestigio de su país en una Copa del Mundo. Llámese, agentes, patrocinadores y/o razones y motivos personales.

Empero, lejos de recibir ese apoyo y respeto, todos se quedaron con los brazos cruzados y vieron como una convocatoria de clase ‘A’ rápidamente se convirtió en una de clase ‘D’, con jugadores cayéndose de la nómina, como moscas, por razones puramente personales y motivos mezquinos, donde pusieron en la balanza el honor del baloncesto gringo, ante el valor de sus contratos y futuros dentro de la NBA.

¿El resultado? Mezquino, egoísta, unidimensional y muestra que —hoy en día— no hay amor por patria sino únicamente por club y dinero. Por lo menos en ‘las arcas’ del baloncesto de Estados Unidos.

Ojo, con esto no digo que debieron haberse expuesto a lesiones como resultó en los casos de algunos, incluidos Kyle Kuzma y Jayson Tatum, que se lesionaron estando con el equipo que dirige Gregg Popovich, pero por lo menos, al mostrar disponibilidad y buena fe hacia la selección del país, donde se globalizó y donde se profesionalizó en todo aspecto el deporte de la naranja. Mismo que hoy en día les permite devengar los millones que reciben, a cambio de su talento.

Es así como pasan penas, casi caminando sobre cáscaras de huevo, pues tras el mal movimiento en el Mundial, podría ser la caducación de un equipo y proyecto, que no solo llegó huérfano a China, sino ‘muerto’ antes de su nacimiento. Por lo que su fracaso no se le puede reclamar ni mucho menos reprochar...

HUÉRFANAS

En cuanto al Team USA de Soccer femenino se refiere, estas deberán volver a la mesa de negociaciones —mediante una apelación y posteriormente ante un juez— junto con una Federación tan soberbia e irresponsable como la del baloncesto, sino es que más, ya que su máximo jerarca y secuaces, les han vuelto a cerrar las puertas a un merecido aumento salarial, más premios, a las actuales campeonas del Mundo.

Algo que ha propiciado llevar a juicio su demanda de pago igualitario entre hombres y mujeres en US Soccer.

Molly Levinson, que representa a las jugadoras en el conflicto, dijo en una declaración que, no hay otro camino que no sea con hincapié en un juicio.

Esto luego de que la federación respondiera que había esperado encontrar una solución, pero acusó a la representante de las jugadoras de “una actitud agresiva e improductiva “. Algo que nos consta, es falso, especialmente en un país con libertad de expresión.

DISCRIMINADAS…

Las jugadoras demandaron a la federación en marzo, acusándola de discriminación de género institucionalizada diciendo que incluye compensaciones desiguales, en contraste a sus contrapartes en el equipo de hombres. La federación respondió que la paga y las prestaciones para los miembros del equipo de hombres y del equipo de mujeres, negociadas por gremios separados, no pueden ser comparadas y dijo que no había bases para las acusaciones de conducta ilegal.

Eso dicho, las dos partes acordaron una negociación mediada del asunto una vez concluyese la Copa del Mundo en Francia. Mediación que finalmente se dio y concluyó declaraciones del presidente de la federación, Carlos Cordeiro, que dijo que el equipo de mujeres recibió más paga que el de hombres entre 2010 y 2018.

Adicionalmente, aseguró que 34,1 millones fueron pagados en salarios y bonificaciones a las mujeres en ese período, comparado con 26,4 millones para los hombres. El total no incluía las prestaciones recibidas solamente por las mujeres.

MIENTEN, CONFUNDEN…

Algo que las ‘Chicas’ vieron con ojos sospechosos y sentimientos de desconfianza, y cuestionaron las cifras, diciendo que eran engañosas.

“Está claro que la federación, incluyendo su junta de directores y el presidente Carlos Cordeiro, intentan plenamente continuar compensando a las mujeres menos que a los hombres. No lo van a conseguir”, dijo Levinson. “Queremos que nuestros hinchas, patrocinadores, pares en todo el mundo, y mujeres en todas partes, sepan que no nos amilanamos y esperamos un juicio”.

Un juicio que no tiene fecha, ni lugar, pero que se sigue calentando mientras las mujeres, cuatro veces campeones del Mundo, devengan menos dinero —en todo rubro— que los varones, que ni llegaron a clasificar a la última Copa del Mundo, dentro de su mundo. Uno donde no son potencia, y en cual, quizás, jamás lo serán.

¿Qué les depara el futuro a ambas selecciones? Nadie sabe, ni puede predecir, especialmente en un mundo en el cual, para justificar cualquier crimen, primero hay que convertir a la víctima en tu enemigo.

Algo de lo poco, en lo que ambas federaciones, sí han cumplido.

Los dejo. Hasta la próxima.

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