Justo cuando la NHL nos preparaba a todos para una recta final de ensueño con los equipos de Sidney Crosby, Max Pacioretty, Auston Matthews, David Perron, David Pastrňák y Alex Ovechkin en el ‘mix’, llegó lo inesperado

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ANGELES, EE.UU — Sigo y seguiré lamentando que este coronavirus haya puesto todo ‘en hielo’ a escala mundial. Pero más dentro del deporte.

Y más aún, con el enorme pesar de que nos sigue vetando de lo que sé, hubiese sido una recta final de ensueño dentro del ‘Vals sobre el tundra de la NHL”.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque —hasta el momento de la pausa/paro era una liga distinta. Una no antes vista. Una de goles, pasiones y de hitos nuevos noche tras noche. Una liga de huevos y emociones.

Una donde los tres mexicoamericanos estaban metidos de lleno y luciéndose ante los incrédulos y los que a veces ‘le querían tapar el ojo al macho’ ignorando sus faenas.

Cierto, nadie puede negar lo que es Sidney Crosby, Alex Ovechkin, David Perron, David Pastrňák y algunos otros, pero por el amor al deporte —dejando fuera a Dios de este asunto— ignorar que el equipo de Matt Nieto (el Avalanche) era candidato, y no resaltarlo y encima hacerse de la vista gorda viendo que Auston Matthews andaba peleando el liderato de goleo, a la vez que Max Pacioretty levantaba a los Golden Knights es un ‘pecado’.

En todo sentido de la palabra.

COSAS RARAS…

Hasta causa sospecha al ver como ignoraban a estos antes del paro en los ‘medios’ oficiales y no oficiales, mientras se enfocaban en equipos y jugadores que todos sabemos no estaban postulados ni encaminados a recibir un premio, o mucho menos para ganar algo serio. Notas rancias, ángulos pobres y a veces sin sentido. Repetitivos. Aburridos.

Cosas veredes Sancho, pero que podemos remarcar en este este espacio (durante esta pausa), pues por ese ‘pelo en la sopa’, el famoso ‘coronovirus’, fuimos vetados de una temporada ‘endemoniada’ por parte de los únicos hispanos dentro de la liga, luego de que Alec Martínez, de abuelos españoles, se negara en aceptar tener sangre latina.

Y nos da igual. El que quiere estar que esté y el que no, que busque la puerta de salida como el ex King de L.A donde le pedía a los jefes de prensa que ‘evitaran le hicieran preguntas de sus orígenes hispanos’.

Y viendo la tabla de posiciones, da más pesar aún, ya que, prometía con grandes duelos rumbo a los Playoffs por lo menos en la categoría de comodines, y viendo quienes estaban ‘dentro’, emocionaba aún más porque iban a ser agarrones con ‘cuchillo entre los dientes’.

Especialmente —insisto— con los mexicoamericanos con oportunidades legítimas de ser campeones de liga para seguir escribiendo historia en una temporada donde les dimos el espacio cuando yo era el editor de la página oficial de la Liga en Español.

PRUEBAS SOBRAN

Porque nadie me puede negar que el Avalanche de Matt Nieto, el oriundo de Long Beach, California, los Leafs de Auston Matthews, peleándole el cetro de goleo a ‘Pasta’ y Max Pacioretty realmente brillando con los Golden Knights, tenían con qué y como dar el zarpazo cuando las cosas se pusieran ‘serias’ en la postemporada.

Ahora nos tenemos que conformar con las pláticas que la liga sigue sosteniendo, a la espera de lo que decidan dependiendo del progreso de una pandemia que no mejorará ni se irá si la gente persiste con la testarudez de no seguir instrucciones y recomendaciones de parte de médicos y personeros gubernamentales.

En cierre, si resume, cuando resuma, esperando sea pronto, soy de la opinión que no se debe jugar completa. Desde ningún punto de vista.

Deben irse a los Playoffs de una vez por todas porque como lo garantizo el mismo comisionado: esta Copa se va a entregar pase lo que pase, y no tanto por la memoria de Lord Stanley, o intereses monetarios, o el prestigio de la NHL, sino como un premio al amor que los verdaderos fanáticos del ‘Vals sobre el tundra’ le tenemos a este deporte.

Por respeto. No por compromiso.

Tiene que haber campeón sí o sí. O sí.

En conclusión, recuerde que, Un verdadero compromiso nunca puede llegar a romperse. O lo cumples o mueres intentando cumplirlo.

Los dejo. Hasta la próxima.

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