¡SIGUEN ENDEUDADOS!

Si Lamar Jackson no supera el túmulo final, quedará como sus antecesores que contaron con el mismo apoyo y ‘hype’; Dak Prescott sigue sin reconocer que no figura entre los mejores, y podría perder mucho por su egocentrismo y testarudez

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Para mí, Lamar Jackson es y sigue siendo una mezcla entre Michael Vick, Cam Newton y Steve McNair y muy lejano a lo que un día fueron o representaron en un emparrillado ‘leyendas de color’ como Randall Cunningham, Donovan McNabb o Warren Moon.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque su estilo y ‘juego’ se inclinan hacia la agresividad, el oportunismo y la visión al ataque que poseían en su mejor momento Vick, Newton y McNair respectivamente. Pero dudo seriamente, llegue al punto de tener algún día, la madurez y el temple de Randall Cunningham, Donovan McNabb o Warren Moon.

Yo lo veo como un simple e inexperimentado semental, sin control alguno. Un ‘salvaje’ (en el buen sentido de la palabra).

Uno que, a veces se desata, se enloquece y se sale del libreto y a veces lo sigue para borrarlo todo con la mano opuesta al próximo día, simplemente demostrando que no sabe seguir instrucción. Y mientras se sabe de sobra, es joven y debe madurar, no es ninguna excusa para desaparecer a instancia final.

Se sabe además que no jugaba ante inválidos con el respeto de aquellos menos afortunados, pero no se puede brillar a lo largo de una temporada para apagarse por completo cuando realmente cuenta.

Es por eso por lo que, la temporada que se avecina, será su verdadera prueba, para ver si logra tomar dirección, madurez y si en efecto, nada o se hunde.

En lo personal, no veo a Ravens llegando a instancia final o mucho menos repitiendo lo hecho en la temporada anterior, pero todos nos podemos equivocar, por lo que daremos el beneficio de la duda, y esperamos a ver su evolución.

Basta con recordar la famosa frase que reza que, la vida del ‘enefelero’ es interesante principalmente si ha fracasado. Eso indica que trató de superarse.

Y esperamos por este gran talento, que ese sea el caso.

LA IGNORANCIA DE DAK

En cuanto al tema de Dak Prescott se refiere, tengo que darles mi más honesta opinión.

Y esta es que el muchacho no es tan bueno como él lo cree ser.

Su negación puede llegar proveniente de sus amistades, seres queridos o incluso de su agente o representante, no obstante, es imperativo para él, sus compañeros de equipo y la institución entera de los Dallas Cowboys reconocer que Dak no es la respuesta para sus males.

No es la solución a sus décadas de sequía. Es un reflejo y prueba de cuando ‘la cabeza anda mal, también falla el resto del cuerpo’.

Razón por la cual, el dicho de, cuanto mayor es la crisis, al parecer, más rápida es la evolución, no aplica para esta institución.

¿Cómo arreglarlo? Asesorándose, tomando conciencia de que algo anda mal ya por más de 24 años.

Y honestamente si Dak Prescott no quiere firmar, tampoco lo deben rogar, porque insisto, no forma ni parte del Top 20 de la liga, porque lo que rogarle, sería perder el tiempo, cuando todos sabemos ese dinero bien puede ser invertido en una reconstrucción de uno de los equipos más emblemáticos del futbol americano de la NFL.

En síntesis, los Dallas Cowboys y el quarterback Dak Prescott siguen luchando para llegar a un acuerdo sobre una extensión de contrato, pero la organización debe mantener su posición.

MILLONADA…

Y la realidad, sin exageraciones es que no acuerdan a pesar de que Prescott tiene garantizados $31 millones para la temporada 2020, siendo lo más frustrante, que sin valerlo, quiere ser pagado entre los mejores de la liga en su posición.

Si bien ha habido varios informes sobre las ofertas exactas que se han hecho a Prescott, los últimos reportes apuntan a que Dak tiene una de cinco años, por $175 millones sobre la mesa, con más de $106 millones garantizados.

Si eso es cierto, esto coincidiría con lo que devenga el mariscal de campo de los Seahawks Russell Wilson en cuanto al salario anual más alto de $35 millones.

Un ‘sombrero’ que por enésima vez, insisto y les aseguro, no le queda ni le va a Dak Prescott, que para mí, no es figura, y nada mas que uno del montón.

En cierre, lamentable lo de Cam Newton, que tras ser la sensación de la liga, como lo es para algunos en estos momentos Lamar Jackson, cayó del cielo a la tierra, demostrando que aun siendo un semental con potencial, no pasó de ser otra creación y víctima de sus propios pecados.

¿El momento que lo definió todo?

Después de su pifia en el Super Bowl, el mariscal de campo que arrojó su cuerpo hacia defensores una y otra vez fue criticado por alejarse de la gloria cuando requirió dolor físico ante los Broncos en los momentos de apremio.

ARRUGÓ…

¿Mas claro? Se congeló. La regó. Arrugó. Pesó el pánico escénico en el escenario mayor.

Ahora, esas preocupaciones a largo plazo (de llevárselas de invencible festejando como Superman) parecen habernos dado la razón, ya que la capacidad de Newton para resistir lesiones era, de hecho, demasiado buena para ser verdad.

A medida que pasa el tiempo, los meses y las semanas con Newton careciendo de un equipo, nos estamos acercando al peor final posible: no solo nos equivocamos al creer en la indestructibilidad de Newton, sino que siempre podríamos asociar su fugaz momento de debilidad como su última y mejor oportunidad de ganar un título.

Algo que, no le deseo ni a Lamar, ni a Dak Prescott, que insisto, deben demostrar su real valía y decidir si van a nadar y a flotar, o si van a sucumbir y ahogarse ante la presión.

Los dejo. Hasta la próxima.

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